Buscar trabajo, no es solo para la gente que no lo tiene, esta actividad también es prioridad para los que poseen un puesto de trabajo pero no están cómodos en el.

Nadie entra a un trabajo pensando en renunciar, al contrario, todos queremos tener nuestro puesto asegurado pero tarde o temprano llega en punto en la vida en el que la estabilidad se vuelve indispensable.

Sin embargo, eso no significa que tengamos que aguantarlo todo con tal de conservar un trabajo, por el contrario, el estrés laboral puede llegar a ser mucho más dañino que la incertidumbre del desempleo.

Es importante que sepas cuándo dejar un trabajo, antes de que se sigan haciendo daño y formen una relación tóxica de la que será difícil escapar.

Tarde o temprano es momento de irse, sea por la razón que sea, todos hemos tenido que dejar algún puesto de trabajo.

Posiblemente nos vamos de empresas a las que les dedicamos largos años de nuestra vida, o bien sólo algunos meses, pero, en cualquier caso, necesitas actuar con tacto. 

hay diversas razones que te detienen abandonar tu trabajo y no te has dado cuenta.

Prioridad en la necesidad

El dinero es importante, pero seguro has escuchado incontables veces que no lo es todo.

Y es verdad, porque hacer de tu sueldo la principal razón para quedarte en un trabajo, no es bueno si no te hace feliz, si no te da satisfacción, si no te gusta lo que haces y si detectas más de uno de los siguientes puntos, tal vez el dinero no es suficiente razón para quedarte.

 Angustias

Si empiezas a sufrir tu trabajo una noche antes nada más de pensar que tienes que ir al día siguiente, ¿qué haces ahí?.

Quien sea que te haya dicho que el trabajo es un castigo o algo que necesariamente debemos padecer te mintió, si no te emociona lo que haces no tienes porqué seguirlo haciendo.

Un freno al crecimiento

Pocos trabajos tienen planes de desarrollo para sus empleados, seguido te encontrarás con personas que llevan años en el mismo puesto. 

Un profesional siempre busca desarrollarse, crecer, no quedarse estancado y si tu trabajo no te permite un futuro mejor, tal vez sea momento de buscarlo en otro lado.

Una gran parte de la realización profesional está en aprender nuevas habilidades y enfrentar nuevos desafíos: no tengas miedo de asumir responsabilidades adicionales, obtener más capacitación, y expandir tu formación permanentemente.

Consumido por el «burnout»

Cuando la presión de la carga laborar se hace muy grande, corres peligro de sufrir “burnout”, esto se trata de estrés laboral extremo, el cual se vuelve crónico y tan peligroso que puede derivar en problemas serios como depresión y ansiedad.

Nadie debe acostumbrarse a estas condiciones y tu salud mental es más importante que cualquier trabajo.

Si enfermas una o dos veces al mes de cosas relacionadas con el estrés, como gastritis o migrañas, y si además te está costando dormir o tu peso ha sufrido variaciones drásticas, es momento de que pongas tu salud física primero y aceptes que ese trabajo te está afectando demasiado.

No tener vida

El trabajar no lo es todo, debes hacer un balance entre el trabajo y tu vida fuera de él.

No debe absorberte de tal manera que el resto de los aspectos de tu vida pasen a segundo plano, estar todos los días viendo como avanza el reloj y el trabajo no se acaba, es muy desgastante.

Si no existen posibilidades de cambiar esta situación, es momento de empezar a buscar otro trabajo. No te olvides que se trabaja para vivir y no al revés.

Fuente: Merca2.0

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