whiplash

Los líderes siempre buscan sacar lo mejor de sus seguidores, ya sea en beneficio al trabajo en sí o para ellos mismos. Pero más allá de que lo logren o no, lo que diferencia a un buen líder es la cultura de valor que implementa, pues en la realidad, un líder no siempre acompaña a sus alumnos toda la vida, pero sus enseñanzas sí.

Whiplash, la película ganadora de tres premios de la academia este año, es un gran ejemplo de lo que un líder NO debe hacer, ya que se enfoca en métodos de enseñanza intimidatorios y agresivos que buscan el éxito de las personas.

Terence Fletcher, protagonizado por el oscarizado J.K. Simmons, es el mejor profesor del conservatorio de música Shaffer, pero sus estrategias basadas en golpes e insultos impactan en la vida de sus estudiantes. Aunque el final de la película demostró que el fin justifica los medios (su alumno Andrew dio lo mejor de sí), pocos son los caso con tal éxito.

El portal Alto Nivel publicó una nota escrita por la coach empresarial y de vida Marcela Hernández y Hernández, en los que pone en énfasis los errores de liderazgo que se aprecian en Whiplash. A continuación te los presentamos.

5 errores de Terence Fletcher en Whiplash

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Cultura del miedo. Este es el principal método visto en el liderazgo de los dictadores, donde el miedo es el “motor” para la acción. Igual es en el caso de la película, donde impera un entorno estresante por temor a equivocarse o expresarse. “Lo más grave es que esta actitud se contagia y va permeando hacia todas las áreas, hasta que se convierte en parte fundamental de la cultura y el ‘modus operandi” de la organización’, argumenta Hernández.

Cazadores de errores. Estos malos líderes son lo que se enfocan en los errores de sus trabajadores más que en sus logros. Está bien no ser condenscendiente, pero tampoco un vil cazador de errores donde el maltrato es la única opción. Lamentablemente este tipo de acción destruye la confianza de las personas, porque por más que se sigan esforzando en su vida, quedará latente de que no son lo suficientemente buenos.

Destrucción de la confianza. Terence no solo es bueno para destruir la confianza que los alumnos tienen de sí mismos, sino también con sus compañeros de la orquesta. Por eso en la cinta vimos la gran rivalidad existente entre los músicos, donde el ambiente hostil nubla el trabajo en equipo. (Leer también: Cosas que dicen los malos gerentes).

Ningún objetivo debe ser mayor a la dignidad de una persona. “La retroalimentación de un líder es un arma muy delicada que puede catapultar el potencial de un individuo y llevarlo a lugares inimaginables o por el contrario, matar y destruir su pasión, seguridad y ganas de seguir adelante”, menciona la coach. Así lo apreciamos en la película, cuando Andrew descubrió que uno de los alumnos de Terence se suicidó por la depresión que surgió desde sus años de estudios en Shaffer.

Confrontación que desafía vs. confrontación que destruye. “La confrontación negativa, ofende, expone, busca pelear y menospreciar a la otra persona. Este tipo de confrontación puede generar rencor, inseguridad y hostilidad”, dice Hernández.

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