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Una de las preguntas existenciales que más se hacen las personas una vez llega a la edad adulta es ¿cómo ser feliz? o ¿qué me hace feliz? ¿dónde encuentro la felicidad? y un sinfín de variables relacionadas con la alegría y la calma que busca todo ser humano. Se busca en libros, en Internet y porqué no hasta se consulta un profesional y siempre encontrará cientos de respuestas que se adaptarán según la realidad de cada persona.

Generalmente, a partir de los 20 años se empieza una faceta de admisiones de responsabilidades, de nuevos retos, los primeros trabajos, las relaciones amorosas más estables, es la etapa en la que se le da la bienvenida a la vida adulta. Es aquí cuando se mira hacia atrás y se valora la falta de preocupaciones, pero que al mismo tiempo se agradece la aparición de las oportunidades para crecer en todos los aspectos.

Con el transcurso del tiempo, las experiencias y las relaciones los sentimientos y la manera como se percibe la realidad cambia. Lo que lo hacía feliz hoy ya no es lo mismo que hace unos 10 años, pues al igual que la vida, la felicidad también cambia con el pasar de los años. De acuerdo con un estudio de la Universidad Stony Brook, Nueva York, el cual se basó en 300.000 entrevistas a estadounidenses de diversas edades, en las que debían responder a cómo era el promedio de sus experiencias diarias, y cuáles podían considerarse «felices» desde el punto de vista del bienestar global y desde el bienestar hedonista, se encontró que después de los 50 años es cuando se alcanza el pico de felicidad.

¿Por qué a los 50 años?

Según el líder del estudio y psicólogo de Universidad, Arthur Stone “los adultos de más de 50 años son generalmente más felices porque experimentan menos estrés y tienen menos preocupaciones que las personas con veintitantos”. Entre otras conclusiones, el estudio afirma que la ira y el estrés descienden a partir de los 20 años hasta arribar a los 50, mientras que la capacidad de divertirse aumenta. Los resultados no se asocian con factores como el empleo o la familia y son iguales entre hombres y mujeres.

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Por otro lado, Jennifer Aaker, profesora y psicóloga de Standford asegura  en Inc. que la felicidad nunca es estática, sino que es dinámica y siempre está en movimiento, por lo que determinó, junto con su equipo de investigadores, que existen cinco etapas de la felicidad:

  1. Descubrimiento

La historia comienza en la adolescencia, cuando los jóvenes  tienden a sentirse aislados, en un mundo incierto y a menudo poco apreciados, una lucha para definir los objetivos. En esta etapa,  “la felicidad se experimenta cuando vive la emoción del día a día” revela investigación.

  1. La búsqueda

Cuando se llega a los 20, la mayoría de las personas se ha dado cuenta de sus objetivos y salen a conquistar el mundo de la manera que han decidido que es significativo para ellos. En esta etapa, la felicidad ya cambia, pues es cuando se experimenta  por primera vez el éxito y  ser capaz, sobre todo cuando es validado por los demás «, dice Aaker.

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  1. El equilibrio

A medida que avanzamos más en los 30s, el significado de la felicidad se desplaza de nuevo. «La felicidad se vuelve más asociada con el equilibrio», como se centra en las familias, los niveles de salud y energía del cuerpo.

  1. El significado

Al acercarse y luego de pasar los 40 años, «la felicidad queda conectada a un creciente sentido de significado que viene con la crianza de una familia, un sentido de la espiritualidad y de la comunidad, y una realización del impacto que podemos tener en el mundo», según la investigación de Aaker.

  1. La cúspide

En la etapa final, la «felicidad está ligada a sentirse contenido y conectado, en el que apreciar lo que hemos logrado y lo que tiene. Este sentimiento de agradecimiento sólo crece en los años 50 y 60 cuando la felicidad se vuelve cada vez más asociado con calma la sensación, ser afortunado, y bendito.

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