wiksi

Empezar nunca es fácil y sostener un negocio local o digital es un reto que requiere estar a la vanguardia, en el comercio electrónico sigue siendo un reto para artesanos y pequeños negocios.

Los costos del desarrollo de una tienda en línea o la falta de conocimientos son parte de las barreras. Sin embargo, la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de estar en la red.

La plataforma Wiksi, fundada por Cristina Elizalde en el 2019, se ha convertido en una vitrina para artesanos ecuatorianos.

Se trata de un «market place» en el que confluyen diferentes marcas para comercializar sus productos.

Cristina Elizalde es una ecuatoriana que viajó a San Francisco, Estados Unidos, hace unos años para hacer su maestría en diseño interior.

Ella se quedó radicada en esa ciudad, sin embargo desde el año pasado tejió un hilo que le une con Ecuador: su portal web Wiksi.

A Elizalde surgió una duda: ¿Por qué las ciudades de Ecuador no pueden ser tan tecnológicas como San Francisco?, y se puso manos a la obra.

Fue así como decidió abrir su propio comercio electrónico, con los siguientes propósitos:

  • Que sea un trabajo colaborativo entre vendedores y los dueños del sitio.
  • Que únicamente se vendan productos hechos de las manos de artesanos ecuatorianos o productos locales que se puedan personalizar.
  • Que sea una empresa liderada por mujeres.

Wiksi

Así nace Wiksi, un sitio web que es una especie de catálogo donde se pueden encontrar productos como: ropa, accesorios, artículos de decoración, artículos de higiene personal, entre otros.

María Gracia Cajas, su prima y socia, se ha convertido su contraparte en Ecuador.

Son más de 350 negocios locales quienes están inscritos en esta iniciativa, que arrancó en junio de 2019 con apenas 10 artesanos.

Con esta plataforma se benefician personas de todo el Ecuador, quienes pueden optar por participar en este espacio colaborativo, en el cual cada uno tiene su propio sitio web, un botón de pagos y además Wiksi ofrece el servicio de delivery de sus productos desde la puerta del productor hasta el cliente.

“Pensé que si compartíamos los gastos ahorraríamos costos”, menciona.  

Cristina consideró que muchos de los productores ofrecían sus productos en grupos de redes sociales porque realmente no tenían un lugar que les facilitara la exposición de toda su oferta; aún más difícil, resultaba acceder a los servicios de un sitio web, que tuviera un botón de pagos, ya que esto implica una alta inversión con la cual, por lo general, las microempresas no cuentan. Por eso se decidió extender este puente de colaboración con los pequeños negocios.

Hoy en día Wiksi trabaja sobre un modelo de economía colaborativa

La acogida ha sido favorable para el portal, este mes ya iniciarán las exportaciones a Estados Unidos.

En una primera etapa de comercialización, solo ciertos productos estarán disponibles en ese país a través del sitio web.

La marca también ha pensado en dejar un aporte de habilidades tradicionales a generaciones jóvenes, por ende ha lanzado para estos meses de verano talleres sobre bordado, acuarela, origami, repujado, mosaicos y scrap.

Marcas

I’m Green es una marca que elabora fundas en algodón para llevar el pan o los vegetales, con el fin de evitar el uso de las bolsas plásticas en supermercados.

Además, confecciona servilletas de tela y toallas de cocina.

La marca entró en el comercio electrónico de la mano de Wiksi, desde que el canal digital abrió sus puertas.

“La página es muy amigable. Nos ha ayudado a darnos a conocer”, dice la artesana Elizabeth Mera, por cada venta que se logra a través del portal, Wiksi obtiene el 3% de la ganancia.

Al momento hay alrededor de 3 000 productos y se están vendiendo un promedio de 100 al mes.

“La pandemia nos ayudó mucho, porque ahora hay más confianza en el comercio electrónico. Una cuenta en Instagram no es suficiente, los emprendedores quieren tener su botón de pago”, comenta Elizalde.

María José Guevara, quien reside en Quito, es una cliente frecuente de Wiksi, ha comprado unos aretes tejidos a mano, mascarillas de tela, una almohada para bebé y varios regalos de Navidad, como portavasos y bombillos personalizados con nombres.

“Es muy cómodo comprar en línea, especialmente por la pandemia. La página es muy fácil de usar y los productos son de muy buenos acabados”, comenta.

Fuente: Revista Líderes


Artículo anteriorUna pelea por una PS5 deja mal posicionada a una marca
Artículo siguienteAcciones para la moda, un sector «fashion»