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La antorcha olímpica de Londres 2012. (Imagen de: deportes.starmedia.com)

El mundo empresarial y el deportivo no son tan diferentes como podría creerse. En  realidad, comparten algunas semejanzas que un buen emprendedor debe reconocer. Por este motivo, ahora que la fiebre olímpica está desatada por los Juegos de Londres 2012, la escuela de negocios ESCP Europe, con sede en España, Francia, Alemania, Italia e Inglaterra, ha detallado cinco valores que, como los aros olímpicos, deben representar virtudes intrínsecas tanto en deportistas como en buenos empresarios.

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La antorcha olímpica de Londres 2012. (Imagen de: deportes.starmedia.com)

Y es que expertos de la mencionada escuela de negocios sostienen que los emprendedores no tienen que mostrar reparos  la hora de copiar las estrategias de los grandes técnicos deportivos y aprender de las estrellas del deporte; todo a fin de enfrentar las gestas que se le presentan en el contexto económico actual y salir de ellas, si no con medallas, al menos con ganancias. En fin, estos son los valores que, según ESCP Europe, deben compartir los deportistas olímpicos y los empresarios actuales…

  • Liderazgo y pasión. Este acápite condensa la importancia de un líder que, como un buen entrenador o capitán, sabe detectar los talentos de cada jugador de su equipo y sacarles provecho de la mejor manera. Su papel es el de un guía que motiva al grupo entero.
  • Todos contra uno. La importancia del trabajo en equipo es indiscutiblemente una semejanza entre el mundo empresarial y el deportivo. Aunque el peso de las responsabilidades generalmente recae en las “estrellas”, todos los miembros de un equipo, por mínima que sea su presencia, deben remar en el mismo sentido. En un equipo, empresarial u olímpico, no hay individualismos.
  • Sacrificio y tesón. No hay mejor ejemplo de esfuerzo que el de un deportista olímpico que, todos los días de su vida, se entrena para alcanzar sus metas. En el mundo de los emprendimientos, el sacrificio también es clave.
  • Objetivos claros. Todos los miembros de un proyecto deben saber exactamente hacia dónde este camina. Asimismo, deben estar enterados de qué se requiere de cada uno de ellos para lograr las metas grupales. Las empresas pueden fijarse, por ejemplo, qué periodo en su calendario equivaldría a sus propios Juegos Olímpicos.
  • Creatividad y juego limpio. Olvidar el miedo a los cambios porque, como los escenarios de cada competencia son cambiantes, el contexto empresarial también. Tener la capacidad de pensar en soluciones durante la marcha que sean, de paso, correctas y no infrinjan ninguna norma del juego es una cualidad necesaria tanto en la Villa Olímpica como en una empresa.
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