El packaging tradicional se caracterizaba por indicar en cada extremo de un envase las especificaciones del producto que contenía: Desde la información nutricional, hasta los beneficios, ventajas y demás palabras que describían lo bueno de dicho bien.
Y aunque aún podemos percibir ciertos empaques que siguen esa línea, otros productos están optando por la simplicidad, haciendo que la imagen -o pocas palabras- lo digan todo.
En este camino, el movimiento minimalista ha introducido una nueva manera de informar e instruir a la gente a través de sus embalajes. Con los empaques simplificados, muchos diseños están dejando a un lado la saturación de palabras y, por el contrario, confían en el uso de una sola palabra o imagen para describir al producto. (Leer: El color y su influencia en la percepción del envase).
Además, porque mientras menos complicado sea un empaque, mejor se guardará en la mente del consumidor.
No olviden que ese principio no solamente se aplica en cuestiones de marketing, sino también en las áreas de branding y en general, en cualquier aspecto de promoción de un negocio.
El portal de marketing TrendHunter publicó algunos ejemplos de empaques simplificados que cumplen con la función de simplificar la información visual. A continuación te los presentamos.