Si cuando viste la película Quiero matar a mi jefe te sentiste identificado con uno de los personajes este artículo es para ti. En el mundo de los emprendedores abundan los malos jefes, así que para que no te conviertas en uno de ellos te invitamos a que reconozcas algunas de las actitudes de las que no te puedes contagiar, porque caracterizan a esos monstruos que afectan el clima laboral de cualquier empresa. Para hacerlo, citamos un estudio hecho en México por la firma Capital Humano Randstad, que determinó que algunas de las principales características de un mal jefe son:
- Autoritarismo. Los malos jefes que sufren de este mal piensan que no son integrantes de un equipo, sino que son los encargados de darle órdenes a ese equipo. Según el estudio mencionado, esta actitud podría provocar un sentimiento de imposición y, por lo tanto, de subordinación en los empleados.
- Narcisismo. La consultora confirmó que los jefes con baja autoestima y, en consecuencia, un narcicismo encubridor, prefieren tener a su cargo a un equipo mediocre que a uno eficiente, con tal de que nadie pueda hacerle sombra.
- Paranoia. Esta característica ocurre cuando el jefe no confía en su equipo, fiscaliza todos sus movimientos y no da a nadie la oportunidad de tomar decisiones o generar nuevas ideas. Esto limita el potencial de los colaboradores y los lleva a ser solo reactivos.
Huir de estos rasgos podría marca la diferencia entre ser un jefe y ser un líder. Como recuerda el estudio: “Lo importante no es ser la autoridad, sino un líder que sea admirado por su equipo, capaz de llevarlo hacia el éxito laboral”.
