lecciones de administración

Curtis Haggard, Coordinador Senior del Programa de Calibración en Unified Industries Incorporated e Influenciador Linkedin, ha publicado cinco valiosas lecciones de administración basándose en hecho de la vida cotidiana, que según él, te tomarán cinco minutos de tu tiempo para acogerlas.

Las lecciones, con su moraleja, muestran los principios de administración que todo emprendedor exitoso debe conocer. A continuación te los presentamos.

Lecciones de administración

Lección 1. Un hombre está entrando a la ducha mientras su mujer está saliendo de bañarse , cuando de repente suena el timbre del hogar. La esposa se ajusta rápidamente una toalla y se dirige a abrir la puerta.

Cuando la abre, allí está Bob, su vecino. Antes de que ella diga algo, Bob le dice: «Te voy a dar 800 dólares si botas la toalla”.

Tras pensar por un momento, la mujer deja caer su toalla y se encuentra desnuda delante de Bob, y después de unos segundos, Bob le da los 800 dólares y unas hojas. La mujer se ajusta nuevamente la toalla y entra al hogar.

Cuando llega al baño, su marido le pregunta: «¿Quién era?”

«Bob, el vecino”, responde ella.

“Bien”, dijo el marido, “’¿Te mencionó algo sobre los 800 dólares que me debe?

Moraleja 1. Si compartes a tiempo información crítica relacionada con riesgos de crédito a tus accionistas, evitarás –sin duda- alguna exposición evitable.

lecciones de administración

Lección 2. Un sacerdote le ofreció un aventón al convento a una monja. Ella ingresó al auto y cruzó las piernas, lo que provocó que su vestimenta revelara una pierna. El sacerdote casi tuvo un accidente, pero después de controlar el vehículo, sigilosamente deslizó su mano por la pierna de la monja.

La monja dijo: “Padre, ¿recuerda el Salmo 129?”

El sacerdote quitó su mano, pero al cambio de marcha, dejó deslizar nuevamente su mano por la pierna de la monja.

La monja repitió: “Padre, ¿recuerda el Salmo 129?”

El sacerdote se disculpó: “Hermana, lo siento, pero la carne es débil».

Al llegar al convento, la monja suspiró profundamente y siguió su camino.

Mientras tanto, cuando el sacerdote llegó a la iglesia, se apresuró a buscar el Salmo 129, que decía: «Sal y busca, más arriba, y encontrarás la gloria.»

Moraleja 2. Si no estás bien informado en el trabajo, posiblemente pierdas una gran oportunidad.

lecciones de administración

 

Lección 3. Un representante de ventas, un empleado de administración y el gerente general de la compañía están yendo a almorzar cuando encuentran una antigua lámpara de aceite.

Al frotar la lámpara sale un genio que les dice: “Voy a darles un deseo a cada uno”.

“¡Yo primero! ¡Yo primero!” dijo el empleado de administración. «Yo quiero estar en las Bahamas, conduciendo una lancha rápida, sin ningún tipo de responsabilidad en el mundo”. Y el deseo se cumplió.

“¡Yo sigo! ¡Yo sigo!” dijo el representante de ventas. «Quiero estar en Hawaii, relajado en la playa con mi masajista personal, un suministro interminable de piñas coladas y el amor de mi vida». Y el deseo se cumplió.

“Tu turno”, le dijo el genio al gerente. «Quiero a los dos de vuelta en la oficina después del almuerzo», respondió.

Moraleja 3. Siempre deja que tu jefe tenga la primera palabra.

lecciones de administración

Lección 4. Un águila estaba en un árbol sin hacer nada. Un pequeño conejo vio al águila y le preguntó: «¿Puedo sentarme como tú y no hacer nada?”

El águila respondió: «Claro, porqué no”.

Así, el conejo se sentó en el suelo debajo del águila y descansó. De repente, apareció un zorro, saltó sobre el conejo y se lo comió.

Moraleja 4. Para estar sentado sin hacer nada, debes estar sentado muy, muy alto.

lecciones de administración

Lección 5. Un pajarito volaba hacia el sur para el invierno, pero hacía tanto frío que se congeló y cayó al suelo en un campo grande. Mientras yacía allí, una vaca se acercó y botó un poco de estiércol sobre él.

Mientras el ave yacía congelada en el montón de estiércol, se dio cuenta de cuán caliente estaba. Y fue el estiércol lo que lo descongeló. El pajarito se quedó allí todo cálido y feliz, y pronto comenzó a cantar de alegría.

Un gato que pasaba, oyó el canto del pájaro y se acercó a investigar. Siguiendo el sonido, el gato descubrió al pájaro bajo el montón de estiércol, y de inmediato, lo sacó y se lo comió.

Moraleja 5:

  • No todo el que te “arruina” es tu enemigo.
  • No todo el que te saca de la “ruina” es tu amigo.
  • Y si estás profundamente en la “ruina”, es mejor mantener tu boca cerrada.

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