Elon Musk volvió a insistir en la necesidad de aprobar un impuesto a la emisión de carbono en Estados Unidos. 

Cabe recordar que, en enero, Musk había anunciado su intención de ofrecer 100 millones de dólares en premios y expuso las bases del concurso ayer, durante la celebración del Día de la Tierra.

El incentivo que los organizadores denominaron el “mayor premio de incentivo de la historia” durará cuatro años, hasta el Día de la Tierra de 2025.

Tesla, una de las principales empresas del multimillonario se beneficiaría enormemente de una determinación así.

Mientras que varias marcas se verían en aprietos mayores a los que ya han sufrido debido a su atraso hacia la electrificación de sus productos o la sustentabilidad de sus procesos.

Polémica por el carbono

La captura y almacenamiento de carbono han generado un interés creciente, ya que el calentamiento del clima ha derretido los glaciares, intensificó las tormentas tropicales y provocó “inundaciones de días soleados” en zonas costeras.

Si bien los países se esfuerzan por reducir las emisiones, los científicos afirman que la tecnología de eliminación de carbono también será crucial para el objetivo de lograr que las emisiones sean nulas en 2050.

En este sentido, las marcas de empresas petroleras como British Petroleum, Exxon Mobil, Chevron, entre otras, estarían en una posición delicada política y mercantilmente hablando, pues recordemos que estas corporaciones han sido fuerte soporte del Partido Republicano, históricamente.

De hecho, durante el segundo periodo de Barak Obama, estas grandes empresas comenzaron a incorporar estrategias de precios de carbono para sus inversiones de largo plazo.

Objetivo de Tesla

El interés de Elon Musk por la implementación del gravamen sobre las emisiones no es nuevo y tiene un interés económico. Ya hace dos años, la alianza Fiat-Chrysler pagó cerca de 2 mil millones de euros a Tesla, para incluir en su flota una gran cantidad de autos eléctricos fabricados por la empresa de Musk.

Es decir, un escenario de mayor regulación en términos de contaminación ambiental le supone miles de millones de dólares en ganancia, aparecer como la marca buena de la película frente al gobierno y frente a los consumidores y una ventaja de mercado frente a los competidores que no reconviertan sus flotas hacia la electrificación.

Fuente: Merca20

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