Emprender en solitario no es sencillo, la realidad de comenzar un negocio sin socios ni empleados, será una tarea ardua la ser emprendedor en solitario para la que no todo el mundo está preparado.

Tampoco es una alternativa para cualquier tipo de negocio. A menos que tengas recursos propios suficientes, deberás comenzar con una actividad para la cual no necesites financiación.

Como contrapartida, la principal ventaja de emprender en solitario es la autonomía que tendrás para la toma de decisiones (estratégicas y operativas) relativas al negocio y su desarrollo.

Además, nunca faltan los errores y fracasos, por lo que también hace falta mucha tenacidad y tolerancia a la frustración.

Sin embargo, son muchas las personas que de todas maneras deciden emprender en solitario, sobre todo en el área de servicios.

Y que con el tiempo logran desarrollar empresas sólidas y con una clientela fiel.

La clave está en respetar algunos pasos que te permitan organizarte, enfocarte, y aprovechar al máximo tus recursos disponibles. 

Pasos para emprender solo

Desarrolla un plan de negocios

Muchos emprendedores deciden saltarse este paso porque consideran que este documento nunca va a reflejar la realidad de su empresa.

Pero más allá de que funciona más bien como un pronóstico (sobre todo cuando se hacen proyecciones de ventas).

Resulta imprescindible para determinar la viabilidad de la idea de negocios, con cifras concretas como la inversión inicial, los gastos o el personal necesario. Y, en caso de que esa sea tu idea, para atraer a potenciales inversionistas.

Investiga el mercado en el que deseas emprender

Lo ideal es contratar los servicios de una compañía especializada, pero también es cierto que sus tarifas suelen ser altas y, cuando emprendemos solos, no tenemos tanto presupuesto disponible.

Para cumplir con este paso, puedes recurrir a estudios de mercado publicados en Internet, a artículos en medios de comunicación, censos realizados por cámaras empresariales y hasta opiniones de expertos o empresarios del sector, que puedan brindarte su punto de vista.

Analiza a tu competencia

Puedes hacerlo a través del método más sencillo: la observación directa.

Luego de identificar a tus principales competidores, revisa sus perfiles en redes sociales y analiza su oferta, los horarios de atención, precios y todos aquellos detalles que definan su propuesta de valor. Luego, haz campañas de mistery shopping y visita sus locales, para confirmar si cumplen con su promesa de marca.

Busca ayuda para hacer todos los pasos legales

Esta es un área en la que no vale la pena que inviertas tu tiempo. Así que busca antes que nada a un buen Contador, que pueda asesorarte sobre la figura fiscal con la que te conviene darte de alta ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), te ayude a obtener un RFC y te enseñe a generar las primeras facturas.

En general, conviene arrancar como persona física con actividad empresarial o a través del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF).

Capacítate para organizar bien tu tiempo

Cuando se emprende en solitario, son tantas las cosas por hacer en el día que puede resultar difícil reservar tiempo para el descanso, la familia o la práctica de algún deporte. 

Adquiere desde el inicio nuevas habilidades y herramientas para gestionar tu tiempo, enfocarte, ser más productivo y aprovechar cada jornada de trabajo al máximo.

Trabaja desde el inicio en armar tus redes de apoyo

Cuando un nuevo negocio tiene dos o más socios, es más sencillo generar nuevos prospectos, conseguir los datos de buenos proveedores o acceder a sesiones de mentoría.

Cuando trabajamos solos, en cambio, esas redes son más limitadas, por lo que es fundamental que dediquemos tiempo desde el día uno del emprendimiento a hacer networking y generar contactos valiosos.

Fuente: mi propio jefe

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