
La absolución de Ana Duato por el caso Nummaria aún no es firme. La Abogacía del Estado ha presentado un recurso contra la sentencia de la Audiencia Nacional que consideró que la actriz no era responsable de haber defraudado a Hacienda casi dos millones de euros y achacó toda la culpa al que fuera su asesor fiscal, Fernando Peña, dueño del despacho Nummaria, según ha adelantado la Cadena SER. En el escrito, con fecha del pasado 14 de octubre y al que ha tenido acceso EL PAÍS, los servicios jurídicos del Estado rechazan que la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional haya proyectado una “imagen de ingenuidad” de la actriz incompatible con las pruebas presentadas durante el juicio.
La Abogacía del Estado también ha recurrido ante la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional la absolución del marido de la artista, el productor Miguel Ángel Bernardeau, sobre el que la Audiencia Nacional señaló que no había prueba suficiente para sustentar una condena. Al mismo tiempo, pide una mayor condena para el fiscalista Fernando Peña, a quien recayó una pena de 80 años de cárcel, pero se le exoneró de los delitos fiscales del matrimonio como cooperador necesario.
El tribunal que juzgó el caso Nummaria, una trama de defraudación fiscal urdido por el despacho de ese nombre, conocido por asesorar a clientes vip, empresarios y artistas, entendió que no había quedado probado que Duato tuviera conocimiento de que estaba incumpliendo las normas tributarias al utilizar la estructura creada por Peña para minorar la tributación de sus rentas procedente, principalmente, de la célebre serie Cuéntame cómo pasó y garantizarse una especie de pensión para la jubilación. La operativa consistió en ceder los derechos de imagen a sociedades controladas por despacho fiscal,a través de las cuales se firmaban contratos con empresas terceras, y facturar por los servicios realizados por los intérpretes con la idea de poder disfrutar de la bonificación del 60% marcada por ley para las rentas vitalicias.
La actriz fue juzgada por la supuesta defraudación de 1,9 millones de euros en relación al impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) de los ejercicios fiscales comprendidos entre 2010 y 2012 y entre 2014 y 2017. En su declaración en el juicio, Duato explicó que Peña le propuso crear una sociedad para asegurarse una “renta vitalicia”, como si fuera un “plan de jubilación”, por el que recibía “33.000 euros al año”. Asimismo, destacó que las discrepancias con Hacienda ya se resolvieron en 2019 en vía administrativa y apuntó que, precisamente, el fisco le tiene que devolver 1,2 millones de euros,bloqueados hasta este proceso penal concluya.
La Audiencia Nacional dio por buenas estas alegaciones, y en la sentencia dictada el pasado mes de julio, afirmó que el hecho de que declarara una parte de sus ingresos como rendimiento del trabajo y otra como renta vitalicia no significa que sea “una eliminación o disminución drástica”, sino una “disminución de la cuota tributaria”. Y dio credibilidad a que la actriz creyera que su asesor fiscal estaba operando conforme a la legalidad y que ella no fuera consciente de que “se había acudido a un sistema de simulación negocial que distorsionaba la realidad del hecho imponible”.
La Abogacía del Estado no comparte este criterio y reprocha al tribunal que haya dado a Duato un trato “casi paternalista, al presentarla como una simple actriz aparentemente desprovista de comprensión o autonomía decisoria en materia económica”, al tiempo que le achaca una “visión condescendiente e irreal” de la situación y un “sesgo valorativo”. En su opinión, la “dedicación artística” de la acusada no excluye su comprensión de los actos que ejecuta ni la responsabilidad derivada de ellos”.































