Los emprendimientos liderados por mujeres tienen menor acceso a fuentes de financiamiento que los liderados por hombres. A esa conclusión ha llegado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que hoy en Quito ha hecho un llamado a la banca a atender mejor a ese sector.
«Hay (de) 1,2 a 1,4 millones de mujeres que son dueñas de negocios formales pequeños en América Latina, que forman más o menos la tercera parte de la capacidad empresarial de la región», explicó Sandra Darville, jefe de la Unidad de Efectividad en el Desarrollo del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del BID, quien recalcó que hay un déficit de financiamiento para ese sector cercano a los 77.000 millones de dólares.
La experta explicó que este déficit de financiamiento para mujeres emprendedoras se debe, en gran medida, a la dificultad para acceder a créditos. Y es que el BID ha constatado que en América Latina las empresas de mujeres «son menos atendidas por instituciones financieras que las de propiedad de los hombres».
Estudios realizados por esta institución concluyeron que «las mujeres no tienen los activos fijos que requiere la banca como garantía típica para una empresa más grande; que las mujeres empresarias no tienen acceso a la tecnologías y a redes productivas que tienen empresas de hombres».
Además, se ha constatado que las mujeres invierten más en su familia cuando son empresarias. Entonces, en vez de invertir en el crecimiento de la empresa, tal vez están invirtiendo más que el hombre en la familia.
