La serie política House of Cards nos muestra el lado oscuro de la Casa Blanca, del Congreso norteamericano y de las corporaciones que compran influencias dentro de la cúpula del poder estadounidense. Entre la falta de moral, Francis Underwood, el malvado Presidente de Estados Unidos que protagoniza la serie, nos da algunas lecciones de liderazgo y emprendimiento.
Underwood, protagonizado por Kevin Spacey, comenzó como Congresista de Carolina del Sur, escaló hasta ser Vicepresidente, y un peldaño más lo llevó a ser mandatario de Estados Unidos. ‘Frank’, como también le dicen, nos da unos consejos de liderazgo a medida que pasan los capítulos. (Leer también: Liderazgo según Colin Powell, exsecretario de Estado de EE.UU).
Entre la falta de ética de Underwood podemos destacar cinco claves de emprendimiento y liderazgo; todos ellos recogidos por la revista Forbes. Una de ellas es conocer a las personas que te rodean, sobre todo en los detalles para que haya una conexión entre tu equipo y tú; también debes juzgar por los resultados, valorando el esfuerzo de cada miembro.
Sin embargo, una de las lecciones más importantes de la serie es que la información es poder; entonces, conocer a tu equipo, a tu cliente y a tu competencia te deja adelantarte unos pasos más allá en los negocios. Para todo esto, la última clave nos remite a que debes rodearte de personas más inteligentes, para influenciarte y asesorarte en tu emprendimiento.
Claves de Francis Underwood de House of Cards
En toda la serie podemos destacar algunas frases destacadas de Fracis Underwood que nos dan claves para el liderazgo. Entre todas, les dejamos con seis de las más importantes.
- La competencia es un ave tan rara en estos lares, que siempre la aprecio con gusto cuando logro verla.
- Empezar de cero suena a “cero a la izquierda”, me gusta empezar de nuevo.
- El éxito es una mezcla de preparación y suerte.
- Hay muchas cosas sagradas a las que les tengo respeto, las reglas no están entre ellas.
- Si quieres poder y liderazgo, a veces tienes que actuar como un sinvergüenza.
- Así es como se devora una ballena, mordisco a mordisco.