Baterías de Sodio
baterías de iones de sodio, cuyo desarrollo ha hecho recientemente un progreso asombroso.

No cabe duda que la tecnología avanza incluso más rápido que las personas, desde que se empezó a implementar el litio en el uso de motores a principios del siglo XXL, este alcalino fue tomando el poderío de muchos proyectos como pilas, baterías, etc. Este descubrimiento permitía disminuir la dependencia energética a la vez que se mantenía en un promedio muy bajo la emisión de gases, sin duda un gran avance para la época, en la actualidad se han desarrollado potentes prototipos y hallazgos innovadores los cuales muestran que las baterías de iones de Sodio pronto llegarán a ser una alternativa más viable que las baterías de Litio ya que éstas serían más baratas e incluso ahorrarían recursos. Entonces, ¿conviene invertir en Sodio?.

Sodio en lugar de litio: prototipos prometedores

La solución podrían ser baterías de iones de sodio, cuyo desarrollo ha hecho recientemente un progreso asombroso. En un futuro previsible, podrían sustituir a las baterías de iones de litio que se utilizan actualmente en los vehículos eléctricos, pero también en los teléfonos inteligentes o en los ordenadores portátiles. Los dos metales alcalinos litio y sodio son químicamente muy similares. Si bien el sodio no tiene la densidad energética del litio, está disponible en todas partes y es mucho más barato.

El rendimiento de las baterías de iones de sodio aún es inferior al de las de iones de litio, y su desarrollo lleva unos 20 años de retraso. Durante décadas, la investigación se había concentrado únicamente en el litio, más potente. Pero ya hay prototipos muy prometedores: una batería de iones de sodio de Corea del Sur logró unos 500 ciclos de carga completos antes de que su capacidad descendiera al 80%, según una publicación de mayo de 2020.

Una batería de un grupo de investigación sino-estadounidense, con una estructura química ligeramente diferente, logró 450 ciclos con una capacidad de carga similar. Y una batería china de iones de sodio tenía una capacidad ligeramente menor, pero aún así conservaba el 70% de su capacidad después de 1,200 ciclos de 12 minutos de carga rápida.

Todo esto puede parecer poco, pero en la práctica estas baterías probablemente sobrevivirían muchos más ciclos de carga, porque en la vida cotidiana las baterías suelen estar solo parcialmente cargadas o descargadas. La carga y descarga completa de una batería en un experimento, por otra parte, pone mucho más tensión en la batería.

Además, la tecnología de los iones de sodio no consume recursos escasos: la producción de los cátodos no requiere sales de litio raras, sino que basta con una simple sal de mesa. Se pueden producir ánodos poderosos a partir de lignito, madera y otra biomasa. Tampoco se requiere cobalto o recursos escasos similares.

Las baterías de iones de sodio ya no son solo un concepto teórico. El avance a la tecnología práctica parece inminente. Los resultados de las últimas investigaciones muestran que ya existen alternativas tangibles, asequibles y que ahorran recursos, y que el rendimiento puede aumentar considerablemente mediante el almacenamiento múltiple.

Ciertamente pasará algún tiempo antes de que las baterías de iones de sodio estén técnicamente maduras, puedan producirse en grandes cantidades y puedan instalarse en vehículos eléctricos o teléfonos móviles. Pero entonces cambiar la producción de baterías de litio a baterías de iones de sodio no debería ser problemático debido a que la tecnología es relativamente similar.

Fuente: Forbes

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