Uno de los sueño de todo emprendedor es encontrar ángeles inversionistas que contribuyan al despegue de su proyecto. Mejor aún si esos ángeles son grande empresas que pueden aportar con capital, pero más que nada con experiencia y herramientas que optimicen el negocio.
Intel es un gran ejemplo, y para muchos un gran sueño, de ángel inversor, pues solo en este año ha invertido cerca de 342 millones de dólares en 55 compañías. Aunque su entidad de inversión, Intel Capital, ya lleva en total cerca de 11 mil millones de dólares invertidos en 1.401 empresas.
Diario El Mundo detalló una serie de trucos para hacer de un emprendimiento atractivo para un inversor como Intel Capital, con respecto a la inauguración del Intel Capital Global Summit en Los Ángeles, EE.UU. A continuación, te lo presentamos.
¿Qué busca Intel en una startup?
Apuntar a sectores de tendencia. Según El Mundo, Intel se interesa en empresas que se enfocan en sectores que están en auge o que tiene alta demanda. Por ejemplo, áreas como la seguridad, el Internet de las Cosas, en Big Data, la movilidad, o los dispositivos wearables. En este último caso, Intel no se limitan a las empresas que desarrollan wearables, sino también para aquellas que hagan posible su funcionamiento.
Buenos líderes. Para la multinacional, un buen líder es imprescindible para el éxito de una empresa. Y entre las cualidades que debe reunir están la “determinación, flexibilidad, imaginación, comunicación y ser hacker”, como lo afirmó Ben Ross, socio de la firma de abogados Gibson Dunn. Así mismo se requieren de “visionarios” más que de “mercenarios”, según Mihir Jobalia, Director ejecutivo de KPMG; además de ser capaces de “aprender y adaptarse”.
Equipo de trabajo. Según detalla el portal, el número ideal de personas para emprender un proyecto son de dos a tres personas. Nada más, nada menos. Sin embargo, ya en el momento de operar, el equipo de trabajo se vuelve indispensable y se requieren de talentos muy apartes de los fundadores. Por eso, Nancy Albertini, de Kingsley Gate, recomienda “sobrecontratar” los empleados por sus habilidades porque, finalmente, una compañía “es tan buena como el talento que pueda atraer”.
