Durante el debate electoral del domingo por la tarde, los 16 candidatos al cargo de Presidente de la República presentaron una larga lista de ofertas en materia de cuestiones económicas. Las medidas propuestas se referían, entre otras, al IVA, la minería, las inversiones, el modelo estatal, la apertura al sector privado, el financiamiento a los jóvenes, los sectores productivos y las mujeres, y la deuda externa.
El formato estrecho del debate, en el que los candidatos tuvieron poco tiempo para intervenir y responder preguntas, significó que los candidatos se limitaron a hablar sobre algunas de sus propuestas y no se molestaron en explicar cómo las implementarían.
Tres economistas creen que las diversas ofertas de campaña y la forma en que los candidatos se han expresado sugieren que no hay una comprensión suficiente, o tal vez un conocimiento completo, de la verdadera situación financiera del país y del impacto que tendría la candidatura. ciertas medidas.
Bajar el IVA
Uno de los temas más repetidos en el debate fue la reducción del tipo del IVA, que actualmente se sitúa en el 15%. Henry Cucalón, El representante del Movimiento Construye, Lista 25, dijo que a partir del segundo año de su gobierno reduciría el impuesto al nivel legalmente establecido, es decir, el 13%. Heinrich Kronfledel Partido Social Cristiano (PSC), Lista 6, prometieron volver al 12% e incluso hablaron de una reducción al 10%.
El arancel del 12% también fue ofrecido por Juan Iván Cuevadel movimiento Amigo, lista 16 y de Leonidas Iza de Pachakutik, lista 18. Los candidatos Jorge Escala, de Unidad Popular, lista 2, y Luis Felipe Tilleríadel partido Avanza, Lista 8, ofrecieron reducir el IVA al 10% y 8% respectivamente.
Los candidatos se justificaron diciendo que reduciendo el IVA (algunos proponen nuevas reducciones de otros impuestos) la gente tendría más dinero en el bolsillo para invertir y consumir, lo que tendría un efecto positivo en las ventas y se recaudaría más.
En teoría, esto suena bien, incluso es atractivo, pero los candidatos no explicaron cómo sustituirán los ingresos permanentes del IVA o cómo cubrirán los gastos públicos y cumplirán las obligaciones sin estos recursos cuando la economía del país no esté despegando, comentó ella.
El economista y profesor universitario Santiago García señaló que reducir el IVA actualmente no es factible. “Me parece que algunos candidatos no entienden bien la cuestión presupuestaria, el país sigue teniendo déficit. Y uno de los problemas es no tener ingresos tributarios permanentes», dijo, señalando que hay una contradicción si los candidatos presidenciales reducen el impuesto a las ventas, aumentan el gasto público y al mismo tiempo dicen que no quieren deuda.
“Cualquier estrategia de reducción del IVA podría ser viable siempre que la economía pueda compensar los ingresos mediante un aumento de las ventas; Eso significa que la economía se está recuperando. Si no hay mayores ventas, si la economía está baja, entonces estamos en problemas. Perder ingresos fiscales permanentes y ¿luego qué? “¿Acumular más deuda? Es decir, al mismo tiempo aumentar el riesgo país”, observó García.
La propuesta de reducir el IVA es positiva para los ciudadanos, pero para que funcione debe ir acompañada de recortes en el gasto público dada la situación financiera del país. “Necesitamos contextualizar una propuesta que en principio podría ser positiva. Y también tenemos un desafío financiero en las finanzas públicas, tenemos un déficit presupuestario, tenemos necesidades de financiación y tenemos una estructura de gasto público donde cualquier desequilibrio en la recaudación de impuestos podría tener consecuencias peligrosas”, añadió el analista Hanns Soledispa. .
Además, la reducción del IVA podría afectar los acuerdos de financiamiento de Ecuador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones multilaterales, ya que los ingresos caerían y el país también incumpliría sus obligaciones, dijo el economista Diego Olmedo.
Inversiones
El atractivo de la inversión y el papel que jugará el sector privado fueron otros de los aspectos mencionados en el debate. La mayoría de los candidatos optó por dar más espacio a la inversión privada, asegurando una mayor participación de las empresas privadas a través de concesiones mineras, carreteras e intervenciones en los sectores energético y petrolero.
Otros candidatos presidenciales, sin embargo, rechazaron rotundamente lo que vieron como una privatización estatal. También se opusieron a las actividades mineras y petroleras.
El economista Diego Olmedo aclaró que no basta con querer más inversión privada, ya que los inversionistas no vendrán al país si el ambiente no mejora y no hay estabilidad jurídica ni política.
«Muchos países ya nos están mostrando que la receta del éxito reside en un entorno político y económico que aporte estabilidad», añadió. Según Olmedo, otro factor que frena el atractivo de las inversiones es que Ecuador es un mercado pequeño en comparación con los países vecinos: hay dificultades de pago, preferencia por productos baratos, limitadas opciones de ahorro y acceso al crédito. En este contexto, dice el experto, “el mercado es poco atractivo para las grandes corporaciones multinacionales, para las empresas transnacionales, para los grandes conglomerados económicos que desvían sus flujos hacia América Latina”.
Deuda nacional y reservas internacionales
Imponer una moratoria temporal sobre parte de la deuda nacional es una idea en la que están de acuerdo al menos tres candidatos: Juan Iván Cueva, Jorge Escala y Jimmy Jairala, del Centro Democrático, Lista 1. Mientras Granja Pedrodel Partido Socialista Ecuatoriano, Lista 17, propone hacerse cargo de parte de las reservas internacionales.
El objetivo es que el fondo financiero cuente con recursos para pagar gastos y cumplir ofertas de campaña. Algo que pasó hace años.
El analista Hanns Soledispa criticó ambas propuestas porque, por un lado, si Ecuador dejara unilateralmente de pagar a sus acreedores internos o externos, la situación del país se complicaría aún más, empeoraría su imagen y se dificultaría el acceso al financiamiento. .
Por otro lado, el uso de reservas internacionales es “peligroso y potencialmente ilegal” ya que pondría en riesgo el sistema financiero y la dolarización, destacó Soledispa.
“Estas reservas internacionales no pertenecen al gobierno ni son un fondo de ahorro del gobierno. No es un fondo de ahorro público de ningún tipo. “Se trata en gran medida de depósitos de bancos privados, la mayoría de los cuales son depósitos de ciudadanos”, afirmó. (I)