Los malos jefes pueden decir cosas tontas.
Los malos jefes pueden decir cosas tontas. (Imagen de: apuntesgestion.com)

Así como se hacen listas de las cosas inusuales que hacen los buenos jefes, también podemos llenar cientos de páginas con las cosas tontas que hacen los malos. O que dicen. El bloguero Geoffrey James, autor de uno de los blogs sobre ventas más leídos del mundo, hizo una lista de 10 cosas tontas que dicen los jefes, o que suelen decir. “Ser jefe es suficientemente difícil, así que mejor no lo hagas más complicado diciendo cosas bobas”, dice James, quien además, preparó alternativas para transformar esas cosas tontas que dicen los jefes en cosas inteligentes…

Los malos jefes pueden decir cosas tontas.
Los malos jefes pueden decir cosas tontas. (Imagen de: apuntesgestion.com)

10. “Nunca hables con mi jefe”

Escudándose en la cadena de mando, un mal jefe dice a sus empleados que nunca se dirijan a su superior si no es a través de él. Esto, explica James, es absurdo porque la información cruza las fronteras de cualquier departamento en cuestión de minutos, así que un jefe que prohíbe a sus subordinados hablar con su propio jefe se ve inseguro y paranoico. Lo inteligente es decir: “Siempre mantenme al tanto”.

9. “Rastreo cómo usas cada hora de trabajo”

Algunos malos jefes creen que pueden controlar cómo todos sus colaboradores invierten cada hora en la oficina. No es así. Y ni siquiera es recomendable para el negocio, porque el trabajo se vuelve más difícil cuando alguien lo está vigilando como un centinela. Lo inteligente es no fijarse en el tiempo, sino en los objetivos. Decir: “Esto es lo que quiero que cumplas…”

8. “Usa menos material de oficina”

James cuenta que sabe de empresas que piden a sus empleados hasta que reciclen los clips que utilizan. Él opina que si un empleado invierte un segundo preocupándose por un clip, ese segundo le costará a la empresa más que el clip en sí. Lo inteligente sería decir: “Preocúpate por hacer el trabajo”.

7. “El cliente siempre tiene la razón”

De hecho, los clientes a menudo están equivocados. James considera que los jefes manejan empleados, no clientes, por lo que no saben sobre las relaciones que se dan con ellos en el proceso de ventas. Y decir que el otro, aunque no se lo conozca, siempre está en lo correcto es hablar con ignorancia. Lo inteligente sería decir: “Apoyo tu decisión”.

6. “Esperamos lealtad a tu empresa”

Muchos jefes consideran que sus empleados deben estar agradecidos con sus empresas por haberlos contratado. No tiene por qué ser así, es una relación de negocios, así que si otra firma intenta llevárselo por un mejor sueldo, no puedes exigir lealtad corporativa. Lo inteligente sería decir: “Te pagaré lo que te mereces”.

5. “Esto es meritocracia”

Hay compañías, señala James, que afirman promover a los empleados más capacitados, sin embargo, en los puestos gerenciales nunca hay más mujeres que hombres. Y eso no significa que las mujeres estén menos capacitadas. Lo inteligente sería decir: “Haremos nuestro mejor esfuerzo por promover al mejor”.

4. “Ganarás valiosa experiencia”

Los malos jefes suelen decir esto cuando quieren pagar a sus empleados menos de lo que se merecen. Bajo esta lógica, los jefes mismos no deberían ser pagados, porque ellos también están ganando valiosa experiencia. Lo inteligente sería decir: “Te pagaremos lo que te mereces y además aprenderás cosas”.

3. “No hay nada de cierto en ese rumor”

Por lo general, si un jefe se preocupa en desmentir con vehemencia un rumor es porque algo de cierto tiene. En estos casos lo más inteligente es no prestar atención a los rumores y mantener informados a todos de la manera más adecuada.

2. “Se hace a mi manera”

Muchos malos jefes piensan que saben más del trabajo de sus empleados que sus mismos empleados. En consecuencia, tienen una opinión sobre todo. Y lo que es peor: quieren que todo se haga como ellos dicen. Estos especímenes tienen que recordar que tienen que manejar a sus empleados, no hacer el trabajo por ellos. Lo inteligente sería decir: “Hagámoslo a tu manera”.

1. “Porque yo lo digo”

Los muy malos jefes justifican sus decisiones, por complejas que sean, con esta frase. Nada peor para una compañía que su jefe justifique sus decisiones empresariales como lo haría un niño de cinco años. Tendrían que aprender que los empleados estarían más dispuestos a apoyar una decisión que desaprueban si al menos la entienden. Lo inteligente sería decir: “Toma esta decisión porque…”

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