Richard Edelman, director general de la consultora, define el momento actual como una transición del miedo a la polarización y de ahí al descontento generalizado.

La última edición del Barómetro de Confianza de Edelman pinta un panorama desolador: la confianza en gobiernos, empresas y élites empresariales está en caída libre. Según el informe, seis de cada 10 personas expresan niveles moderados o altos de insatisfacción. ¿La causa principal? Un mandamiento de injusticia estructural que beneficia a unos y olvida a la mayoría.

Richard Edelman, director general de la consultora, define el momento actual como una transición del miedo a la polarización y de ahí al descontento generalizado. El fenómeno se alimenta de una mentalidad de “suma cero” en la que el éxito de unos implica necesariamente la pérdida de otros. «Los líderes de países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Corea del Sur y Canadá fueron reemplazados debido a la indignación de los votantes por la pérdida de empleos causada por la globalización y la inflación», explica.

Un mundo al borde de la decepción: desconfianza en el futuro

El informe muestra que sólo el 36% de los encuestados confía en que las próximas generaciones tendrán una vida mejor. Este pesimismo es particularmente notable en democracias occidentales como Francia (9%) o España (22%). Además, la brecha de confianza entre las clases sociales se exacerba: los encuestados de bajos ingresos 13 tienen menos confianza en las instituciones que aquellos con ingresos altos.

Un hecho particularmente alarmante es el miedo generalizado a la desinformación. El 63% de los encuestados afirma que cada vez es más difícil distinguir entre noticias reales y falsas. Este clima de confusión fomenta la percepción de que los líderes políticos, empresariales y de los medios de comunicación mienten intencionadamente.

Activismo extremo: ¿una respuesta desesperada?

El descontento también da paso a formas de activismo hostil. El 40% de los encuestados (y el 53% de los jóvenes de 18 a 34 años) consideran legítimas tácticas como la desinformación, los ataques en línea y, en casos extremos, la violencia.

El papel de las empresas en la tormenta social según el Barómetro de Confianza Edelman 2025

Las corporaciones, aunque más confiables que los gobiernos, enfrentan limitaciones. Sus intervenciones en cuestiones sociales sólo se justifican si están directamente relacionadas con el problema o benefician su desempeño económico. Las ONG ahora se consideran unidas y son la institución en la que mayor confianza se encuentra el mayor descontento.

Para revertir esta crisis, Edelman está aprovechando un esfuerzo de colaboración entre todas las instituciones. La clave será reconstruir la confianza, combatir la desinformación y lograr resultados tangibles que beneficien a todos. Un desafío titánico pero urgente.



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