Para muchos, un icono moderno, el cofundador de Apple y genio de la informática Steve Jobs se convirtió en un hombre admirado por cientos de miles de personas.

Sus ideas innovadoras, que fundaron los principios de la tecnología de la que hoy disponemos, y el estilo teatral y diferente que daba a sus campañas de publicidad hizo que sus productos trascendieran del simple ordenador, móvil o reproductor de música y llegaran a formar parte de la identidad de la persona que lo posee.

Existen diversas anécdotas e historias acerca de la vida de Steve Jobs; algunas de ellas bastante conocidas que se han convertido en inspiración para millones de personas, pero también hay otras no tan conocidas que contienen momentos clave de la vida de este emprendedor.

Steve Jobs fue el rostro de una revolución, aquí le contamos algunos 10 datos curiosos que no sabias sobre la vida de este gurú moderno.

1. Elegido y especial

Estos conceptos formaron parte de la identidad de Jobs y de la forma en que se veía a sí mismo.

Pues era hijo biológico de Abdulfattah Jandali, un inmigrante sirio musulmán, y Joanne Carole Schieble, una estadounidense de ascendencia suiza y alemana, ambos tenían veintitrés años cuando descubrieron que la joven estaba embarazada, pero decidieron no casarse.

Así que a principios de 1955 recurrió a un médico que acogía a madres solteras, las asistía en el parto y concertaba discretamente adopciones privadas.

Joanne puso una única condición: su bebé debía ser adoptado por licenciados universitarios, así que el médico dispuso que fuera a vivir con un abogado y su esposa. Sin embargo, cuando nació un chico el 24 de febrero de 1955, la pareja elegida decidió que querían una niña y se echaron atrás.

Así fue como el pequeño no llegó a ser el hijo de un abogado, sino de un apasionado de la mecánica que no había acabado el instituto y de su esposa, que trabajaba como contable. Paul y Clara Jobs, bautizaron a su hijo con el nombre de Steven Paul Jobs.

Paul y Clara Jobs

2. Su padre le transmitió principios de diseño

Paul Jobs trató de transmitirle a su hijo su amor por la mecánica y los coches. Pero no le apasionaba arreglar coches, una lección que  le dejó profundamente grabada.

Según su padre, era importante darles un buen acabado a las partes traseras de los armarios y las vallas, aunque fueran a quedar ocultas.  

Lección que lo marcaría de por vida, pues en los en el Apple ii rechazo los circuitos por que no estaban lo suficientemente alineados.

Los los fines de semana iban al depósito de chatarra. Recordaba ver cómo su padre negociaba ante el mostrador. «Se le daba bien regatear, porque sabía mejor que los dependientes del depósito lo que debían de costar aquellas piezas» cabe mencionar que Jobs tenía fama de ser  un duro negociador.

Paul Jobs (padre de Steve Jobs)

3. Experiencia Zen

En su juventud, Jobs hizo un retiro espiritual en la India que le llevó a adoptar el budismo.

Pero el maestro con el que Jobs entabló una amistad en Estados Unidos era un budista Zen, una tradición arraigada en Japón.

El genio fundador de Apple mantuvo una amistad de décadas con un maestro de budismo Zen, lo que se reflejó en su vida y sus creaciones elogian su capacidad para simplificar el complicado mundo de la alta tecnología.

Los productos que lo hicieron famoso, desde la macintosh hasta el ipad, ejemplifican el minimalismo y la simplicidad de uso, lo que algunos llamarían una experiencia Zen.

4. Salida de Apple

A finales de 1982 Jobs todavía era un poco inmaduro y brusco para ser el presidente de Apple, así que se pusieron a buscar a alguien de fuera.

El propio Sculley narró aquel momento de máxima intensidad: «Steve agachó la cabeza y se miró los pies. Tras una pausa pesada e incómoda, planteó una pregunta que me atormentó durante días: “¿Quieres pasarte el resto de tu vida vendiendo agua azucarada o quieres una oportunidad para cambiar el mundo?”. Sculley no tenía más remedio que acceder.

Pronto las diferencias entre Sculley y Jobs se hicieron cada vez mas intensas. Viernes, 24 de mayo de 1085: Sculley tuvo uno de tantos enfrentamientos con Jobs en la reunión de directivos de Apple.

Anunció que iba a prescindir del orden del día para tratar del asunto que ocupaba la mente de todos. «Se me ha hecho saber que te gustaría expulsarme de la compañía —afirmó a Jobs—. Me gustaría preguntarte si es eso cierto».

Sculley y Jobs

Jobs no esperaba aquello, pero nunca le dio vergüenza hacer uso de una brutal honestidad. «Creo que eres malo para Apple, y creo que eres la persona equivocada para dirigir la compañía» —replicó calmado y con un tono cortante.

«Creo que deberías abandonar esta empresa. No sabes cómo manejarla y nunca lo has sabido». Acusó a Sculley de no comprender el proceso de desarrollo de los productos, y a continuación añadió un ataque centrado en sí mismo.

Tras una votación entre jobs o Sculley, a todos los de la reunión le tenían un gran respeto a Steve pero la compañía apoyo a Sculley.

Jobs salió corriendo de la sala, nadie lo siguió, regresó a su despacho, reunió a sus antiguos partidarios del equipo del Macintosh y se echó a llorar, comunicándoles que iba a tener que irse de Apple.

Steve Jobs fue obligado a retirarse de Apple en 1985, la empresa que co-fundó con Wozniak

5. Creación de NeXT

Poco después de aquella humillación, Jobs funda NeXT: la empresa que gestó algunas de las mejores ideas en la historia de la computación personal.

Despreciado por el amor de su vida (apple), Jobs casi por despecho, funda una empresa de tecnología más arriesgada que el promedio.

NeXT fue una suerte de laboratorio de ideas para mejorar la experiencia del usuario; en principio con el hardware, aunque en mi opinión sus logros mayores llegaron con el software.

Había decidido fundar una nueva empresa, era joven y rico, y tenía que encontrar algo que hacer el resto de su vida.

NeXT, fundada en 1985

6. Pixar y Jobs

Hoy en día, el nombre de Pixar nos remite inmediatamente a la animación, sin embargo en 1986, la empresa se dedicaba a un rubro diferente: la venta de hardware de cómputo de gama alta.

Uno de sus clientes era Disney Studios, quienes adquirían la Pixar Image Computer como ordenador para acelerar el proceso de coloreado en sus animaciones en 2D.

A pesar de que el equipo tenía como compradores a los estudios, su producto nunca tuvo éxito en ventas.

Por fortuna la afirmativa de Disney para distribuir Toy Story en las Navidades de 1995 salvaron a la empresa.

Pixar y disney se percataron que requerían una de la otra: no era una cuestión de avance tecnológico contra contenido, sino de sinergia para la creación de productos innovadores.

En 2006, Disney adquirió a Pixar por 7.4 mil millones de dólares, convirtiendo a Jobs en el mayor accionista de los estudios con 7%.

7. Regreso a Apple

El 2 de diciembre de 1996, Steve Jobs puso un pie en los terrenos de Apple en Cupertino por primera vez desde su destitución, once años atrás. para tratar de vender NeXT.

Jobs Sugirió que Apple comprase las acciones de NeXT a 12 dólares.

Aquello suponía un total de unos 500 millones de dólares. Amelio dijo que era demasiado y propuso un precio de 10 dólares por acción, lo que representaba algo más de 400 millones de dólares.

NeXT contaba con un producto real, con ingresos reales y con un gran equipo. No obstante, Jobs quedó agradablemente sorprendido con la contraoferta y aceptó de inmediato.

Al final, llegaron a un consenso: Jobs recibiría 120 millones de dólares en efectivo y 37 millones en acciones.

8. Homenaje a los locos

A su regreso a Apple Jobs le realiza una llamada a Lee Clow, el director creativo de Chiat/Day  «Tenemos que demostrar que Apple sigue viva» dijo Jobs.

Su equipo y él presentaron una idea brillante, «Piensa diferente», diez veces mejor que cualquier otra cosa que hubieran propuesto las demás agencias. 

Jobs y Clow estaban de acuerdo en que Apple era una de las marcas más importantes del mundo, pero necesitaba recordarles a sus usuarios qué era lo que la distinguía de las demás.

Planearon una campaña, no estaba diseñada para exaltar todo lo que podían hacer los ordenadores, sino lo que la gente creativa podía lograr con ellos.

No solo estaba dirigida a los clientes potenciales, sino también a los propios empleados de Apple. «Aquí, en Apple, habíamos olvidado quiénes éramos. Una forma de recordar quién eres pasa por recordar quiénes son tus ídolos. Ese fue el origen de la campaña».

Apple «think different» comercial de 1997

En su versión original, de sesenta segundos, decía:

“Este es un homenaje a los locos, a los inadaptados, a los rebeldes, a los alborotadores, a las fichas redondas en los huecos cuadrados.

A los que ven las cosas de forma diferente, a ellos no les gustan las reglas, y no sienten ningún respeto por el estatus. Puedes citarlos, discrepar de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas.

Son los que hacen avanzar al género humano. Y aunque algunos los vean como a locos, nosotros vemos su genio. Porque las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo… son quienes lo cambian” “piensa diferente”.

9. Revisión de productos

Una de las mayores virtudes de Jobs era que sabía cómo concentrarse.

Decidir qué es lo que no se debe hacer es tan importante como decidir qué se debe hacer, esto es válido para las empresas y es válido para los productos.

Jobs se puso manos a la obra y aplicó sus principios sobre concentración en cuanto regreso a Apple.

Apple contaba con una docena de versiones del Macintosh, cada uno con un número confuso y diferente que iba desde el 1400 hasta el 9600.

Tras unas cuantas semanas, Jobs durante una sesión en la que se planificaba la estrategia comercial de un gran producto cogió un rotulador, se acercó a una pizarra y dibujó una línea horizontal y otra vertical para formar un gráfico con cuatro cuadrantes.

«Aquí está lo que necesitamos», prosiguió.

Sobre las dos columnas escribió «Consumidor» y «Profesional», etiquetó las dos filas con «Escritorio» y «Portátil». Su trabajo, anunció, consistía en crear cuatro grandes productos, uno para cada cuadrante.

El resultado fue que los ingenieros y directores de Apple de pronto se centraron con gran intensidad en solamente cuatro áreas. para el cuadrante de los ordenadores de escritorio destinados a profesionales, iban a crear el Power Macintosh G3.

En el de portátiles para profesionales desarrollaron el PowerBook G3. Con respecto al ordenador de escritorio para consumidores generales, se pusieron a trabajar en lo que después se convertiría en el iMac, y para la versión portátil destinada a ese mismo público, se centraron en lo que después fue el iBook.

Una de las primeras cosas que hizo Jobs durante el proceso de revisión de los productos fue prohibir los PowerPoints. «Detesto que la gente recurra a las presentaciones de diapositivas en lugar de pensar.

La gente se enfrentaba a los problemas creando una presentación. Yo quería que se comprometieran, que discutieran los temas sentados a una mesa, en lugar de mostrarme un puñado de diapositivas.- afirmaba Jobs

10. Ceremonia de graduación

La mejor forma de comenzar un discurso para Jobs era la frase: «Dejenme contarles una historia».

Jobs mantuvo en secreto su constante batalla contra el cáncer le dijo a todo el mundo que se había «curado» resultó más asombroso fue su decisión de hablar en público y de forma muy personal sobre su salud.

Aunque rara vez impartía charlas fuera de las presentaciones de sus productos, aceptó la invitación de Stanford de pronunciar el discurso de la ceremonia de graduación de junio de 2005.

Su humor se había vuelto meditabundo tras el diagnóstico de la enfermedad y tras cumplir los cincuenta años. Jobs recurrió al brillante guionista Aaron para que lo ayudara con su discurso. 

Fuente: emprendices

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