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Los emprendedores sociales ofrecen un modelo fascinante, combinan la compasión y la visión empresarial para llegar a soluciones que hoy se necesitan más que nunca.

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La serie de videos dedicados a estos personajes, bajo el título Schwab Foundation Social Entrepreneurs, donde hablan de sus trayectorias, está llena de ideas sorprendentes y poderosas, y lecciones.

A continuación 5 lecciones con impacto global para emprendedores sociales:

Lección 1. Aprovecha las asociaciones para escalar tu idea.

Martin Burt se basa en décadas de experiencia para explicar por qué la era del emprendedor social solitario ha terminado. Y él lo sabe bien: Inició la Fundación Paraguaya Teach a Man to Fish, y más recientemente, Poverty Stoplight, una herramienta que permite a las familias diagnosticar su nivel de pobreza y crear un plan de acción para superarla.

En Paraguay decenas de empresas están utilizando la herramienta para erradicar la pobreza entre su fuerza laboral. «Estamos viendo cómo las empresas hablan con el gobierno acerca de las necesidades de vivienda en los barrios pobres cerca de sus fábricas», cuenta, «y están descubriendo que tienen algo que nadie más tiene: el poder de influencia.»

Martin Burt también abreva de su trayectoria en el sector público como alcalde de Asunción y posteriormente como Jefe de Gabinete en la administración anterior. ¿La clave del éxito? Hay que empezar por reconocer que los funcionarios del gobierno se enfrentan a limitaciones estructurales y legales, luego hay que de identificar y empoderar a los funcionarios electos que realmente quieren crear un cambio.

Lección 2. Combina tu prioridad con la flexibilidad.

Marcos Ruiz era un ejecutivo de Unilever en Filipinas cuando tuvo una visión que le llevó a crear la empresa social Hapinoy junto con su socio Bam Aquino. ¿Por qué los productos de Coca-Cola pueden llegar a cada aldea rural, pero los medicamentos y los servicios financieros no? En lugar de crear una nueva red de distribución desde cero, Mark y Bam decidieron aprovechar la infraestructura ya existente – las tienditas llamadas sari-sari – formalizándolas en una red, y así crear un canal para llevar servicios tan necesarios como la banca móvil a las comunidades rurales.

El consejo que da a otros emprendedores sociales es nunca perder de vista su misión social; asegúrarse de que sus inversionistas tengan los mismos valores. También sugiere encontrar maneras para crear economías de escala, y atraer a grandes empresas como socios. Y lo más importante, seguir su pasión. «No se puede ser el mejor en todo», dice. «En última instancia, tienes que decidir en qué serás lo mejor, y eso implica priorizar y focalizar.»

Lección 3. El diseño es importante, pero la distribución es la clave.

D-Rev es una empresa social sin fines de lucro que diseña y desarrolla dispositivos médicos para los pobres, como rodillas prostéticas para amputados y unidades de fototerapia para tratar a bebés con ictericia. Mientras que d.light es una empresa social con fines de lucro que ha distribuido más de 50 millones de lámparas solares y soluciones de energía a hogares que no tienen electricidad. Ambas organizaciones son ampliamente respetadas como líderes del mercado en el diseño centrado en el hombre, y tanto Krista Donaldson, ingeniera y CEO de D-Rev, como Ned Tozun, cofundador de d.light, ofrecen sorprendentes reflexiones sobre el proceso de diseño.

Considerando que ambas empresas sociales son célebres por su diseño de producto, es revelador que Tozun y Donaldson subrayen que la distribución es el aspecto más difícil. «Creíamos que tener un gran producto con una gran relación calidad-precio, se iba a vender. Pero la distribución y el desarrollo de marca requieren aún más innovación que lo tocante al producto,» dijo Ned Tozun.

«Pronto nos dimos cuenta que no puedes hacerlo todo, así que trabajamos con socios -ONGs, grupos religiosos, y firmas con fines de lucro- para lograr nuestra misión, es decir, llevar nuestros productos a nuestros usuarios finales», dice Krista Donaldson. «Una vez que el producto llega al mercado, tiene que ser económicamente autosuficiente con márgenes de beneficio incluidos, de suerte que si D-Rev desaparece mañana, el producto seguirá vendiéndose.”

Lección 4. Apóyate en la tecnología en todos los modos posibles.

La antropóloga Shannon May y el empresario tecnológico Jay Kimmelman fundaron Bridge International Academies en Kenia en 2008 con el objetivo de ofrecer educación de clase mundial a las familias que viven con dos dólares al día. En menos de siete años, Bridge International Academies ha abierto 400 escuelas que atienden a 120,000 alumnos y pretende llegar a los 10 millones de estudiantes en el futuro cercano.

Han alcanzado tal escala al utilizarla tecnología en cada paso, desde la forma en que procesan las cuotas escolares y evalúan el desempeño estudiantil cada semana, a la forma en que distribuyen los planes diarios de lecciones a cada uno de sus 5,000 profesores e, incluso, para monitorear los horarios de llegada y salida del profesorado.

El consejo de Shannon May a los emprendedores sociales es simple, aunque la ejecución es todo lo contrario. «Aprovechar la tecnología en todos los aspectos posibles puede lograr la disrupción radical que estás buscando», aconseja, y lo sabe bien. Mark Zuckerberg de Facebook se quedó tan impresionado con el uso que da Bridge a la tecnología que invirtió 10 millones de dólares en la iniciativa tras una reunión en Davos.

Lección 5. Escala tu solución, no tu organización.

Todos los emprendedores sociales, aún aquellos que han alcanzado una escala significativa, se sienten frustrados por la brutal brecha entre las personas a las que pueden llegar con su modelo de servicio directo, y el tamaño de la necesidad global.

Kovin Naidoo describió conmovedoramente este fenómeno como «ser responsable de una isla de éxito en un mar de desesperación». Solucionar el problema social que te apasiona, pero hacerlo a escala masiva, es el sueño de todo empresario social. La pregunta es ¿cómo conseguirlo? Las ideas de Sébastien Marot y Elizabeth Hausler nos ofrecen algunas respuestas.

Sébastien Marot fundó Friends-International en Camboya para reconstruir el futuro de los niños sin hogar y marginados. Y a pesar de trabajar con un desafío de esa magnitud, Sébastien encontró una manera de mejorar la sostenibilidad y escalabilidad de su intervención al tranformar todos sus programas de formación profesional en empresas sociales que ahora generan 40% del presupuesto operativo total de la organización.

Aun así, el número de jóvenes marginados a los que llega directamente Friends-International (50,000 en ocho países) palidece en comparación con los 500 millones de niños y jóvenes marginados en todo el mundo. En lugar de ampliar su organización, Sébastien está extendiendo su enfoque basado en el mercado, a través de la CYTI Alliance, una red de 51 organizaciones que trabajan con niños sin hogar y marginados en 11 países.

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