La gestión que se realiza de los cobros y pagos es un aspecto clave en cualquier empresa, es  fundamental controlar y planificar los pagos que tenemos pendientes de nuestros clientes.

Llevar un buen control de toda esta parte es fundamental para garantizar la liquidez y asumir gastos, pagar nóminas, hacer frente a impuestos…etc. Si su empresa no tiene liquidez, no podrá operar con normalidad. Por todo esto, es muy importante tener una buena gestión de cobros, así como de pagos.

Para esto, es necesario realizar las facturas correspondientes y realizar un seguimiento para garantizar su cobro en tiempo, hay claves o buenas prácticas que debes seguir, y aquí te contamos cuáles son.

Considera los pagos como parte de tu planificación financiera

Así, podrás prever cada compromiso con antelación y tomar mejores decisiones estratégicas (por ejemplo, cuál va a ser el plazo que vas a dar a tus clientes para abonar una factura). Para lograrlo, es imprescindible llevar un registro contable de las operaciones realizadas y los compromisos pendientes, darle seguimiento y generar reportes para analizar si es necesario introducir cambios en la estrategia.

Una herramienta ideal para realizar estas tareas, incluso fuera de la oficina, es una aplicación móvil de administración empresarial, a la que puedas accedes desde el celular o una tablet.

Mantén un calendario actualizado

Es básico que, al inicio de cada mes, dediques un día para revisar la gestión de los pagos, cuáles son los compromisos pendientes y cuáles son las fechas en las que el negocio necesita contar con efectivo para poder cumplir con ellos.

Aunque delegues la realización de cada operación en tu asistente o el departamento de contabilidad y finanzas, es fundamental que no te desentiendas de estas tareas. De lo contrario, podrías llevarte algunas sorpresas desagradables.

Aplica mecanismos eficientes de control interno

Como dueño del negocio, tu prioridad es la estrategia de crecimiento de la empresa. Pero también asegurarte de tomar medidas básicas para evitar el desorden y las fugas de efectivo, sobre todo cuando no estés en el negocio. ¿Qué puedes hacer?, eso va a depender de la complejidad de la operación.

Pero algunas de las acciones que siempre funcionan son mantener al mínimo los fondos de la caja chica o el número de tarjetas de crédito corporativas, asignar la preparación de los pagos y el movimiento de dinero a dos personas diferentes, y realizar arqueos sorpresa.

Fuente: Mi propio jefe

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