España cerró 2024 con un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 3,1%, una décima superior a lo que esperaba el panel de Funcas en noviembre. El consenso de 19 servicios de estudios encuestados por el centro analítico también revisó este lunes al alza la previsión de crecimiento de la economía española en 2025 en una décima, hasta el 2,4%. Esta cifra es ligeramente inferior a la proporcionada por el Banco de España airef (2,5%), pero supera al de Fondo Monetario Internacional (2,3%)así como los de otros organismos internacionales como la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En concreto, los panelistas pronostican un aumento del 0,6% en el primer trimestre, seguido de un crecimiento de medio punto para los trimestres restantes.

La desaceleración de la economía respecto al año pasado se dejará sentir en el consumo, especialmente en el sector público y exterior, que reducirá una décima parte del PIB debido a un aumento de las importaciones antes que las exportaciones. Mientras tanto, la demanda interna aportará 2,5 puntos porcentuales, dos décimas más que la última previsión, y las inversiones cobrarán impulso, especialmente en maquinaria y bienes de equipo. según los expertos.

En cuanto a la inflación, la estimación media para 2025 sube una décima hasta el 2,2%, y la tasa anual para diciembre sería del 2,1%. En cuanto a la inflación subyacente, que ignora los alimentos frescos y la energía debido a su volatilidad, se espera que la media anual aumente una décima hasta el 2,3%.

Por su parte, los analistas han revisado al alza en una décima las previsiones de déficit público para 2024 y 2025, que ahora ascienden al 3,2% y el 3% del PIB, respectivamente. Ambas estimaciones superan las del gobierno y de varios organismos internacionales.

Las administraciones públicas, excluidas las autoridades locales, registraron un déficit de 16.600 millones de euros en octubre del año pasado, frente a 19.600 millones en el mismo período del año pasado. Este mejor comportamiento “es consecuencia del buen ritmo de crecimiento de los ingresos, en particular de los ingresos y de las cotizaciones sociales, que compensaron con creces el aumento de los gastos”, afirma Funcas en su informe.

Por su parte, la cuenta corriente registró un saldo positivo de 45.800 millones de euros hasta octubre, el mejor valor de este periodo de la serie histórica. La estimación de consenso no ha cambiado desde noviembre y apunta a un superávit del 2,8% del PIB para 2024 y del 2,6% para 2025.

Un mercado laboral resiliente

La estimación de crecimiento del empleo en 2024 es del 2,2% y se espera un aumento del 1,8% en 2025. Se espera que el mercado laboral, que añadió 501.952 puestos de trabajo el año pasado como porcentaje del promedio de afiliados a la Seguridad Social, resista, aunque a un ritmo más lento. Con una tasa media de paro anual del 11,1% en 2025, un descenso de cuatro décimas respecto al año anterior.

La productividad y los costes laborales unitarios (CLU) -calculados a partir de las previsiones de crecimiento del PIB, salarios y empleo de la Encuesta de Población Activa- alcanzarían el 0,6% y el 2,7%, respectivamente, en 2025. En comparación con el consenso de 2024, 0,9% y 3,8%, respectivamente.

Decadencia de la eurozona

El organismo mantiene su visión pesimista respecto al Viejo Continente. “Tras la sorpresa del tercer trimestre, todo indica que la economía de la eurozona volverá a estancarse a final de año”, afirma Funcas. También apunta a una diferencia significativa en el crecimiento y las tasas de interés entre la eurozona y Estados Unidos. «Dada la solidez de la economía estadounidense y la inflación resultante, es probable que la desinflación se afiance debido a la actual debilidad en Europa», añade.

Los analistas esperan que la presión devaluatoria sobre el euro -que podría acercarse a la paridad con el dólar a finales de este año a un tipo de cambio de alrededor de 1,04- obligue al Banco Central Europeo a adoptar un enfoque más lento. Por tanto, el consenso sugiere que el BCE recortará los tipos de interés en unos 75 puntos básicos para finales de año.

Según los panelistas, este ritmo más lento explica por qué el Euribor a un año ha aumentado hasta situarse en torno al 2,6% desde principios de diciembre. En este sentido, pronostican una caída de alrededor de 35 puntos básicos para finales de 2025.



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