
El euro digital, el proyecto estrella del Banco Central Europeo, sigue su desarrollo a paso lento. Hace dos semanas, el ponente del proyecto, Fernando Navarrete, del Partido Popular Europeo publicó su informe sobre la iniciativa, con una propuesta de legislación modificada respecto a la de la Comisión y que ahora el Parlamento deberá debatir. Mientras tanto, la máxima autoridad monetaria ha pasado a una segunda fase, donde trabajará los aspectos técnicos, con el ojo puesto en lanzar un piloto en 2027 y emitirlo en 2029. En este periodo uno de los aspectos que tendrá que establecer son los límites de tenencia, es decir, el monto máximo de euros digitales que los usuarios pueden mantener en su monedero para evitar una salida masiva de los depósitos bancarios tradicionales, algo que podría mermar la estabilidad financiera de la región y la capacidad de crédito de los bancos. Si para la versión online se habla de un límite de unos pocos miles de euros, el BCE prevé establecer un tope menor para la versión offline de esta iniciativa con el objetivo de limitar el blanqueo de capitales y los riesgos de financiación del terrorismo.
El euro digital offline haría posible hacer pagos sin cobertura móvil, por ejemplo en zonas rurales donde no hay cobertura, o en situaciones de emergencia, como durante apagones. También asegura mayores niveles de privacidad, ya que solo el que paga y el que recibe el dinero conocen los detalles de la transacción, a imagen y semejanza del efectivo. “Ningún método de pago existente ofrece niveles de privacidad comparables, aparte del efectivo”, ha señalado este lunes Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
Este mayor nivel de privacidad, si por un lado gusta a los usuarios, por otro plantea dudas sobre la legalidad de las transacciones que se puedan efectuar (al igual que si se paga con un fajo de billetes) y, por ello, requiere añadir salvaguardas para minimizar peligros. En este sentido, la autoridad monetaria prevé un límite de tenencias más bajo para minimizar los riesgos de fraude y blanqueo de capitales, tal y como ha detallado Mayte Arráez, Jefa de la División End-to-End Product & Delivery del BCE, durante una jornada sobre el euro digital organizada por el Banco de España este lunes.
Fuente del Banco Central Europeo aseguran que ambas modalidades (online y offline) son “altamente privadas”, ya que está diseñando el proyecto para que “técnicamente no sea posible acceder a los datos de los usuarios para preservar su privacidad”, recalcan. Solo los bancos podrían ver en qué se ha gastado el dinero un cliente, tal y como ocurre también en la actualidad con las entidades, los procesadores de tarjetas o las aplicaciones móviles. Pero la versión offline, por su diseño, mantiene la total privacidad entre los participantes de la transacción.
La decisión sobre la cantidad de los límites de tenencias no está tomada, y en todo caso será compartida entre el BCE y el Consejo. El primer paso para las autoridades monetarias era definir la metodología que se iba a usar para establecer estos topes. Esta busca garantizar que el euro digital pueda ser utilizado como un medio de pago conveniente y útil, mantener la estabilidad financiera y asegurar una implementación y transmisión fluida de la política monetaria. Aunque esto ya está hecho, la autoridad monetaria decidirá la cifra cuando esté más cerca de la fecha de emisión del euro digital, teniendo en cuenta también las condiciones económicas del momento en que se emita.
El límite de tenencia se ha convertido en uno de los aspectos más controvertidos del proyecto. El temor de las entidades financieras es que los ahorradores corran a retirar sus depósitos de los bancos para convertirlos en euros digitales. Por ello, el banco central estudia un tope máximo para evitar esta posibilidad. Por ahora se habla de unos pocos miles de euros (en el caso del online) aunque la banca exige que sea un umbral más bajo y alineado con el uso del efectivo y en el pago de tarjetas, en las transacciones: una fuente bancaria apunta a un límite de unos 500 euros. En todo caso, el sector prefiere que se empiece por un umbral bajo y que pueda, si necesario, elevarse gradualmente en el tiempo.
En un análisis publicado hace algunas semanas el BCE aseguraba que establecer un límite de tenencia al euro digital restringe de manera efectiva las salidas de depósitos y garantiza la estabilidad del sistema financiero. En un análisis técnico publicado recientemente, la autoridad financiera estima que en un contexto de normalidad el impacto sería limitado, pero calcula que en una situación de estrés financiero y corrida bancaria la salida agregada de depósitos aumentaría desde los 156.000 millones de euros, con un límite de tenencia de 500 euros (equivalente al 0,5% de los activos totales del sector bancario), hasta los 699.000 millones de euros con un límite de 3.000 euros (el 2,2% de los activos totales del sector bancario).
El euro digital offline divide al sector bancario entre quien no le ve la utilidad y critica su coste y quien opina que aportaría algo diferencial, que el sector privado no ha desarrollado. Por su parte, el ponente del proyecto, Fernando Navarrete, propuso en el nuevo marco legislativo que el BCE desarrollara la versión online únicamente si el sector privado no lograba crear su propia solución para unificar panorama de pagos de la región. De lo contrario, debería limitarse a lanzar una versión offline, algo que Cipollone ha rechazado este lunes: “Las funcionalidades online y offline del euro digital se complementarán entre sí, combinando la comodidad de los pagos digitales con la resiliencia y accesibilidad del efectivo, lo que permitirá que el euro digital se use en cualquier situación, desde plataformas de comercio electrónico hasta zonas remotas sin cobertura de red”.































