
La gala de los The Lawyer European Awards 2025 celebrada en Londres, uno de los certámenes más relevantes del panorama jurídico, encumbró la semana pasada a Ecija —el despacho de abogados fundado por Hugo Écija hace 28 años— como firma del año tanto en Europa como en el mercado ibérico. Este doble triunfo es un hito para un bufete que, desde sus primeros pasos, se propuso reescribir la forma de prestar servicios legales. Nacida como una boutique tecnológica, Ecija es hoy un despacho multidisciplinar presente en 18 países —16 de ellos en Latinoamérica— que abraza la inteligencia artificial (IA) sin complejos y que se ha consolidado, según el jurado, como referente continental gracias a su estrategia y su modelo de crecimiento innovador.
Al cruzar el umbral del cuartel general del despacho, en plena Milla de Oro madrileña, llama la atención los galardones concedidos por la publicación británica The Lawyer. El marco que acoge la entrevista con su presidente. “Queremos ser el número uno en economía digital en Iberoamérica y en Europa”, declara un eufórico Hugo Écija a su vuelta de Londres. Fue una noche redonda: los Legal 500 Iberian Awards 2025 también reconocieron a Ecija como firma del año en TMT —el sector de tecnología, medios y telecomunicaciones—. “Llevamos años liderando en tecnología, pero The Lawyer nos confirma que vamos por el camino correcto al reconocer el modelo de innovación que implantamos desde el principio”, responde Hugo Écija al preguntarle cuál de estos premios le llena más de orgullo. “Nos reconocen como la firma del año en Europa”, exclama satisfecho.
Ecija es un despacho que se ha multiplicado por 20 en los últimos veinte años. “Hay pocas firmas europeas con esta capacidad de evolución”, asegura el fundador. En 2024, el bufete rompió el techo de los 100 millones de euros de ingresos globales, una cifra psicológica en el sector. El presidente, curtido en la disciplina de los ironmans, se dispone a nadar hasta los 150 el próximo año y alcanzar los 200 millones en 2030, lo que metería a Ecija en la liga de los grandes.
Para conseguirlo, no han dudado en buscar un socio financiero. “Si quieres ser el número uno, necesitas financiación, y esta la traen los fondos. Hay que invertir en talento y tecnología”, explica con transparencia Hugo Écija. Fiel a su ADN innovador, Ecija se convirtió hace año y medio en el primer bufete español en abrir su capital social al capital riesgo vinculándose con la firma española Alia Capital Partners. La entrada de fondos en despachos es ya una tendencia creciente: algunas firmas han recibido su llamada, mientras que otras ya se han dejado seducir, como Auren o Sagardoy.
Hugo Écija afirma que “Alia es uno de los pocos fondos que ha entrado en minoría en una firma legal”. La participación de Alia es minoritaria, aunque el presidente evita concretar —la confidencialidad manda— y recalca que el control permanece íntegramente en manos de los profesionales de la firma, que mantienen “el 100% de la gestión y el 100% de los derechos políticos”. No hay fricciones, asegura: “Lo que nos aporta Alia es liquidez y fuerza financiera para cumplir nuestros objetivos”. En definitiva, un colchón que acelera su salto a la élite digital. Lo natural, anuncia, es que el próximo socio inversor de Ecija sea “un fondo internacional”. “Algunos ya se han interesado”, asegura.
Parece que los fondos internacionales se fijan en la estrategia de la firma de romper con el “siempre se ha hecho así”. “Nacimos con una visión distinta: demostrar que la abogacía puede ejercerse de otra manera”, afirma Hugo Écija. En primer lugar, se propuso hacer de la firma un destino atractivo: “Creemos en un modelo sostenible: el talento no se mide por horas, sino por impacto. Aquí valoramos a la gente más allá de por las horas que dedica”, asegura. En segundo lugar, coherentemente, romper con el dogma de la facturación por horas. “Trabajamos prácticamente con la totalidad del Ibex 35. Nuestros clientes son partners y no les facturamos por las horas que invertimos, sino por el resultado que les generamos y el valor que aportamos”.
Venta cruzada
La firma apuesta desde sus inicios por fomentar la venta cruzada entre abogados —el célebre cross-selling del sector—, una práctica que no siempre es sencilla. “Desde el principio quisimos construir una cultura verdaderamente colaborativa. Aquí los clientes son de la firma y trabajamos como un solo equipo”, explica Hugo Écija. El fundador cuenta que la firma nació como una auténtica start-up jurídica, construida con una visión clara y un modelo distinto. Ello le ayudó a plasmar su visión de una firma profesional al estilo de las grandes empresas del país.
The Lawyer presenta a Ecija como una empresa tecnológica que presta servicios legales. Para su presidente no es un mero giro calificativo: “Lo importante es lo que los clientes necesitan; debemos ir más allá de los despachos de abogados tradicionales”, insiste. La firma se autodenomina además full AI firm, subrayando un enfoque integral en la aplicación de la inteligencia artificial. “La innovación en Ecija no es un corner o un departamento; todos los abogados tienen que ser expertos en inteligencia artificial, cada uno en su área de conocimiento”, subraya. Hugo Écija lo tiene claro: la IA está transformando el sector y deben de liderar ese cambio.
La cultura Ecija, recalca su presidente, es el ancla que impide descarrilar en medio de un crecimiento vertiginoso. Lo que más le enorgullece “es el sentimiento de pertenencia, pasión y orgullo de los profesionales de la firma”.
El éxito del mercado español
El mercado legal español es referente en Europa. El doblete de Ecija en los The Lawyer European Awards 2025 así lo demuestra. En España, afirma Hugo Écija, fundador y presidente de Ecija, “vamos por delante, no solo a nivel de despachos de abogados, sino también de departamentos jurídicos de grandes empresas”. “Es un mercado maduro, líder y referente”, subraya. Y es que los tres primeros puestos en Iberia, enfatiza, “son para despachos españoles” —Uría Menéndez y Garrigues son segundo y tercero—. La guinda del pastel: “Somos referentes europeos en tecnología e inteligencia artificial aplicadas al derecho”.






























