Un aspecto clave para emprender es tener una buena idea de negocio, la misma que se la puede concebir de distintas maneras, ya sea por iniciativa propia, en una reunión de compañeros, o incluso a través de una iniciativa académica. Este último caso fue el aspecto que motivó al guayaquileño Antonio Encalada, de 34 años, a concebir CostalMarket junto a su socia Andrea Valencia.
Antonio, quien es Ingeniero Comercial, nos comentó que la idea del proyecto surgió durante su Maestría en Administración de Empresas para el IDE Business School, en la que uno de los requisitos finales del masterado era presentar un proyecto.
Aunque en principio el proyecto era crear un restaurante temático en Ecuador, este requería de mucha inversión, por lo que solo se quedó en la simple idea. “Fue el mejor proyecto de la clase, pero siempre nos quedó la duda de realizar algo”, comenta.
Luego de la maestría, Antonio comenzó a aterrizar la idea a algo más asequible, pero siempre dándole un valor agregado para diferenciarse de los demás. Y tras reunirse nuevamente con su grupo de masterado, empezó a afinar las ideas y los presupuestos.
Aun sin saber exactamente cuál iba a ser el negocio ni de qué manera se lo iba a realizar, Antonio salió en busca de un local en vía Samborondón, pues le quedaba cerca de dónde vivía. Pero al no encontrar uno adecuado, se le presentó la oportunidad de tener un local en el Km. 14 ½ Vía a la Costa, en el Centro Comercial Costalmar.
A partir de ahí, se le abrió el panorama. “Lo que faltaba en esa zona era un lugar para comprar cosas básicas, más allá del Supermaxi. Cuando un sector se comienza a poblar, así de rápido como en Vía a la Costa, de seguro va a hacer falta un sitio donde la gente quiera ir a comprar sus cosas”, y asegura que en el 2013, solo existían alrededor de tres lugares para más o menos unas 10 mil familias.
Así, en agosto del 2013 nació CostalMarket, un mini-market multitarget cuyo nombre surgió en referencia al centro comercial donde está ubicado, y que en la actualidad factura alrededor de 600 facturas por día.
“Yo buscaba algo que sea dinámico y seguro, y qué cosa más segura que vender productos básicos”, dice Antonio.
Entre las dificultades de emprender este minimarket estaban las cuestiones relacionadas al negocio que, según Antonio, desconocían. Por ejemplo, qué días abrir, los horarios de atención, los proveedores, entre otros, que fueron manejando a medida que seguía el negocio. “Al principio vendíamos lo básico, pero conforme se iba posicionado el negocio, fuer incrementando la oferta de manera exponencial”.
Lo mismo sucedió en cuanto a la búsqueda de proveedores de sistemas. “Estuvimos buscándolo y llegó Contífico. Lo probamos y vimos como era la interfaz y se veía bastante amigable, sencilla y práctica más que nada. porque desde cualquier parte podía monitorear la venta”, menciona.
Entre sus expectativas, espera que CostalMarket se expanda a otros sitios del país sin descartar la idea de franquiciarlo. “Como el negocio ya se ha posicionado un poco, creo que todavía hay terreno por ganar y mercado por captar”. De igual forma busca mejorar mucho más el tema del servicio a domicilio que ofrecen.
Finalmente, Antonio aconsejó a los futuros emprendedores a estar conscientes de que emprender requiere de carácter. “Si te metes a emprender, la cosa no va a ser igual de segura, estable ni fácil de cuando tienes un trabajo. Ahí se ve el nivel de disciplina y confianza que tienen las personas…el yo interno”.
