Google llevó su “Silicon Valley” a una ciudad brasileña. El único Centro de Ingeniería latinoamericano de Google está ubicado en Belo Horizonte, capital del estado brasileño de Minas Gerais, y reproduce exactamente la imagen característica de esta compañía: un ambiente que mezcla trabajo y ocio.

Google escogió a esta ciudad brasileña atraída por un pequeño emprendimiento desarrollado en la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y liderada por el ingeniero y profesor de Ciencias de la Computación Berthier Ribeiro-Neto.

«Había mucha gente en Google que había estado en la academia, que se habían movido de la academia a Google y que nos conocía. Como éramos activos académicamente, Google sabía que había un grupo de personas que tenía conocimiento de tecnología de búsqueda, que tenía una empresa de búsqueda, y que esa empresa había sobrevivido por cinco años», recuerda Ribeiro-Neto.

Akwan es esa pequeña empresa innovadora que atrajo al gigante de Mountain View y que desarrolló el buscador «TodoBR», lo que llamó la atención de Google. Fue así que, luego de seis años de creada la start-up, Google la incorporó a su equipo en el 2005.

Esto dio inició a la creación del único Centro de Ingeniería latinoamericano de Google en América Latina, que en la actualidad cuenta con un total de 100 profesionales, donde el 80 % son de Brasil y el 20% de otras partes del mundo, principalmente de la región (Colombia, Venezuela, Chile y Perú), además de Francia, Alemania, Holanda e India.

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Retos del Centro de Ingeniería latinoamericano de Google

Centro de Ingeniería latinoamericano de Google
Berthier Ribeiro-Neto, Director de Ingeniería de Google en Brasil.

Con esta nueva sede en América Latina, el gigante de la tecnología busca desarrollar proyectos en la región. Por ende, uno de sus principales retos es encontrar talentos de ingeniería de «impacto mundial.

Para ello, Google lanzó un programa de becas para investigación en Brasil que incluía cinco plazas para estudiantes y sus profesores. Este mismo proyecto será duplicado y extendido a toda Latinoamérica a partir del 2015, con una inversión de un millón de dólares y una duración de tres años.

«Ese programa de becas tiene una naturaleza diferente. La plata será destinada a proyectos originarios de América Latina», explicó Ribeiro-Neto. «Vamos a intentar financiar proyectos que sean innovadores», afirmó.

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