
Telefónica registró unas pérdidas netas hasta finales de septiembre de 2025 de 1.080 millones de euros, frente a las ganancias de 954 millones que obtuvo en el mismo periodo del año anterior. Estos números rojos se producen debido a las minusvalías contables anotadas por la venta de las filiales de Argentina, Perú, Ecuador y Uruguay. Al margen de estas filiales latinoamericanas de las que se ha desprendido la compañía que preside Marc Murtra, el beneficio neto de las operaciones continuadas —aquellos negocios que siguen dentro del grupo— se situaría en 828 millones de euros hasta septiembre, un 45,9% menos que en el mismo periodo de 2024. Los ingresos cayeron un 2,8% hasta los 26.970 millones de euros en los tres primeros trimestres de 2025.
Estas abultadas pérdidas ya se anticiparon en el primer semestre del año cuando Telefónica declaró unos números rojos de 1.355 millones de euros. De hecho, en el tercer trimestre la compañía registró un beneficio de 276 millones. Los ingresos de julio a septiembre ascendieron a 8.958 millones de euros, un 1,6% menos (en términos orgánicos aumentan un 1,1%), cifra que estuvo en línea con lo que esperaba el consenso de analistas de Bloomberg. La operadora señala que los movimientos de los tipos de cambio, principalmente la depreciación interanual del real brasileño frente al euro, tienen un impacto negativo en los resultados de tercer trimestre, aunque el impacto es menor respecto a la evolución interanual de trimestres anteriores.
El resultado bruto de explotación (ebitda) del grupo ascendió a 8.938 millones de euros en los nueve primeros meses, un 3,6% menos. Solo en el tercer trimestre, el ebitda fue de 3.071 millones, con un descenso del 1,5%.
Por mercados, Telefónica España —que representa un 34% de los ingresos totales de la compañía— ingresó 9.589 millones en nueve meses, un 1,7% más, y registró un ebitda hasta septiembre de 3.422 millones, lo que supone un aumento del 1%. La compañía destacó la una ganancia neta de líneas de banda ancha fija en el trimestre (+2,4%), la mayor de los últimos nueve años.
En Brasil, los ingresos bajan un 4% de enero a septiembre, hasta los 6.966 millones, lo que implica que este mercado representa un 28% de total. El Ebitda de enero a septiembre cae un 2,5%, hasta los 2.990 millones. En Alemania, la cifra de negocio retrocede un 3,7% (6.055 millones) y el ebitda un 5,9%.
En Hispanoamérica, el grupo ha seguido con su proceso de desinversión. En octubre se cerraron las ventas de Telefónica Uruguay y Telefónica Ecuador, que se han unido así a las de Telefónica Argentina y Telefónica del Perú. Queda pendiente de cierre la venta de Telefónica Colombia. Estas desinversiones han provocado una caída del 11% en los ingresos hasta septiembre (3.152 millones) y un descenso del 18% en el Ebitda, hasta los 603 millones.
Telefónica explica que ha destinado a inversión 1.167 millones de euros en el tercer trimestre (lo que implica un descenso del 7%) y 3.170 millones en el acumulado hasta septiembre.
La deuda financiera neta aumenta 624 millones de euros en el tercer trimestre, hasta 28.233 millones de euros a 30 de septiembre de 2025, a pesar de un flujo de caja libre total positivo (incluidos los pagos del espectro) de 139 millones. El aumento de la deuda se debe a la remuneración a los accionistas de 294 millones, las inversiones financieras netas de 31 millones y otros factores netos de 438 millones (incluyendo el espectro financiado). En nueve meses, la deuda financiera neta aumenta en 1.072 millones.
El grupo ha cerrado septiembre con 350,2 millones de líneas en todo el mundo, prácticamente estables interanualmente (-0,1%). Las conexiones de fibra (FTTH) crecen un 8,3%, hasta alcanzar 16.400.
Además de los resultados trimestrales, Telefónica ha dado a conocer este martes a la CNMV los objetivos generales de su nuevo plan estratégico hasta 2030, que prevé un crecimiento de los ingresos de entre el 1,5% y el 3,5% anual. En cuanto al dividendo, la operadora lo recortará a la mitad en 2026.































