Una vez Ronal Patricio H. R., un axagente policial a quien se lo conocía con el alias de Jonathan, rindió versión en el caso Magnicidio FV y, entre otras cosas, señaló que en 2023 realizó por orden de José Serrano un seguimiento al candidato asesinado Fernando Villavicencio, el exministro de Rafael Correa asegura que lo presentado “no es testimonio: es una farsa”.
Alias Jonathan, nombre de trabajo que mantenía en unidades de inteligencia de la Policía y que solo lo conocían ciertos oficiales y José Serrano, rindió su versión la tarde del pasado jueves, 11 de septiembre, en Quito, en el despacho de la fiscal Ana Hidalgo, de la Unidad Investigativa Selecta Especializada contra el Lavado de Activos.
Esto se dio como parte de la instrucción fiscal abierta el 3 de septiembre pasado contra los presuntos autores intelectuales del asesinato de Villavicencio: el exministro del Interior y expresidente de la Asamblea José Serrano; los llamados a juicio en el caso Metástasis Xavier Jordán y Ronny Aleaga, exasambleísta del movimiento de la Revolución Ciudadana; y el condenado a penas de cárcel que superan los 34 años por actos de corrupción en el sistema judicial y de salud Daniel Salcedo.
“Se trata de la palabra no juramentada de un privado de libertad condenado por homicidio, sin una sola prueba técnica que respalde sus afirmaciones. No hay dispositivos, no hay pericias, no hay cadena de custodia. Solo relatos construidos para sostener un libreto político”, indicó Serrano en un comunicado para la opinión pública y la comunidad internacional.
José Serrano fue detenido en Miami (Estados Unidos) el 7 de agosto pasado y se ha mantenido internado en el Centro de Procesamiento Krome, que es parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), a la espera de una decisión que defina su estatus migratorio en territorio estadounidense.
Según la hija del exministro correísta Verónica Serrano, su padre ingresó a Estados Unidos en mayo de 2021 con visa de turismo y en octubre de ese mismo año solicitó asilo político. Debido a que la jueza de Miami Romy Lerner no pudo revisar la información llegada desde Ecuador y la anexada en Estados Unidos en las últimas semanas, el 11 de septiembre pasado se suspendió la diligencia de tipo migratorio en la que se busca definir el estatus de Serrano en ese país.
El abogado migratorio de Serrano en Estados Unidos, Robert Sheldon, presentó un pedido para que se fije una fianza para el exfuncionario público ecuatoriano y así pueda quedar en libertad. Ese pedido se resolverá en audiencia el 16 de septiembre y la diligencia de tipo migratoria quedó para el 30 de septiembre próximo.
En el proceso penal ecuatoriano, alias Jonathan con su relató confirmó lo dicho por la Fiscalía respecto a que Serrano tenía un grupo de “servidores policiales” que se encargaban de hacer seguimientos a objetivos específicos, entre ellos al presidenciable que fue asesinado al estilo sicariato el 9 de agosto de 2023.
Alias Jonathan se describió como un teniente de la Policía Nacional que ingresó a la institución en marzo de 2013, pero que fue cesado de sus funciones en 2021 a raíz de una sentencia por un robo con muerte. Actualmente se encuentra privado de la libertad en la Cárcel 4, en Quito, por el robo a cajeros automáticos.
“La credibilidad de este supuesto testigo se derrumba en su propia boca. Reconoce que Daniel Salcedo lo protegió y le pagó por un informe, al tiempo que pretende presentarse como un denunciante desinteresado. A ello se suma un absurdo insalvable: acusa de soborno a un abogado que en realidad fue su acusador directo en el juicio que lo condenó en 2019. Cuando todo depende de la palabra sin juramento de un sentenciado y no existe una sola prueba técnica, no estamos ante una investigación: estamos ante un guion”, agregó Serrano.
Sobre la versión de alias Jonathan, el abogado de José Serrano, Eduardo León, señala que todo este tema se trata de una persecución política. “Que venga una persona a hablar de un montón de cosas, menos del tema que se está investigando, da ya un buen indicio de qué es lo que está buscando. (…) Acá nada de lo que esta persona dijo se puede llegar a demostrar, en absoluto. Dice tener información que la guardaba en memories flash, en su computadora, pero ya no las tiene. Entonces, es bastante conveniente. (…) No es cuestión de ir, lanzar la piedra y decir ‘Eso pasó’ y punto. Se tiene que demostrar”.
Serrano en su comunicado recuerda que no hay que olvidar que el supuesto testigo admitió haber trabajado para el sentenciado Salcedo. Por ello, el exministro no cree que se esté frente a un denunciante independiente, sino frente a un empleado de quien hoy negocia beneficios procesales.
“Su versión no revela la verdad: revela su lealtad y dependencia. Y lo ocurrido con la jueza María Daniela Ayala confirma que en este proceso no se busca justicia, sino obediencia. En apenas cuatro días fue suspendida sin sueldo por expresar criterios en la audiencia de formulación de cargos. Mientras tanto, fiscales que fabrican relatos y testigos que se contradicen gozan de plena protección. Esto ya no es investigación: es simplemente institucional para sostener un guion. La justicia no puede basarse en falsos positivos ni en libretos escritos al servicio de intereses políticos”, concluyó el procesado en el caso Magnicidio FV. (I)
