Kike González explica cómo la división de Brands de Roman convierte la creatividad y la emoción en experiencias que conectan marcas y audiencias.

En apenas unos años, la división de Brands de Roman ha pasado de ser un pequeño equipo de siete personas a un equipo de 47 profesionales, consolidándose como uno de los pilares estratégicos de la compañía. Bajo la dirección de Kike González, Brands ha crecido en paralelo a la evolución del mercado, incorporando perfiles especializados que van desde periodistas y creativos hasta psicólogos y productores de experiencias. Este crecimiento no solo refleja una ampliación de recursos, sino también un enfoque centrado en la excelencia y la especialización: cada proyecto se aborda de manera boutique, con el objetivo de generar impacto real y duradero en las audiencias.

La inauguración de la Roman Brands House en Madrid simboliza esta apuesta por la creatividad, la innovación y la experiencia de marca. Más que una oficina, se trata de un hub donde confluyen equipos de comunicación, creatividad, digital y eventos, fomentando la colaboración y la inspiración diaria. Para Kike González, la filosofía de “no es lo mismo contarlo que vivirlo” resume la manera en que Brands de Roman conecta con sus audiencias: transformando cada interacción en una experiencia emocional que deja huella, tanto dentro como fuera de las organizaciones.

En los últimos años, la división de Brands ha pasado de ser un pequeño equipo de 7 personas a contar con 47 profesionales. Además, junto a Roman Digital, representa ya la mitad del equipo total de Roman. ¿Cómo ha sido ese proceso de crecimiento y qué servicios engloba hoy la división?

En un crecimiento tan exponencial no hay fórmulas mágicas. Nuestra intención, más allá de las cifras, siempre ha sido ofrecer un servicio boutique a nuestros clientes: hacer las cosas muy bien y tratar de superarnos día a día. Como consecuencia, en apenas cuatro años la división ha pasado de 7 a 47 profesionales y, junto a Roman Digital, como bien decís, representa ya el 40% de la facturación y el 50% del talento de la compañía.

Este crecimiento responde a una necesidad clara de especialización por parte de nuestros clientes y del propio mercado. Hoy contamos con periodistas, creativos, perfiles de arte, generadores de contenido, productores de eventos, renderistas, psicólogos, entre otros. Todos ellos se articulan en cuatro áreas especializadas: PR & Influence, con impacto en B2C y B2B para empresas y productos de gran consumo & lifestyleBrand Experience, como área transversal que genera experiencias para marcas y corporaciones; Branding & Creativity, donde integramos la creatividad en la estrategia hasta el último momento del proceso; e Internal Brand, desde donde trabajamos con la misión de convertir al empleado en brand lover corporativo.

Son equipos expertos que no funcionan como silos, sino que se organizan en taskforces específicos según las necesidades del cliente para proteger y amplificar la reputación de marcas, productos y corporaciones, tanto en clave externa como interna.

La inauguración de la Roman Brands House en Madrid marca un nuevo hito para la compañía. ¿Qué simboliza este espacio y cómo refuerza la apuesta de Roman por una comunicación más creativa, digital y experiencial?

Roman Brands House mantiene la esencia del resto de sedes de la compañía, pero con un punto más disruptivo y canalla. Es un espacio pensado para trabajar con y para las marcas, pero también para inspirar a las personas que las construyen cada día.

En esta sede confluyen más de 100 profesionales, desde el ámbito digital hasta la comunicación de producto, las experiencias de marca, la creatividad o la comunicación interna. Nuestra nueva casa, ubicada junto al Palacio de Liria, es un hub creativo, digital y de comunicación de marca (externa e interna) que fomenta la interacción constante entre equipos y disciplinas.

Nace como un espacio alineado con los nuevos perfiles profesionales y sus necesidades, y refuerza de forma muy clara la apuesta de Roman por una comunicación más creativa, más digital y experiencial en un mercado cada vez más competitivo.

Desde Brands defendéis que “no es lo mismo contarlo que vivirlo”. ¿Cómo se traduce esta filosofía en vuestro modelo de trabajo y en la manera en que conectáis marcas y audiencias?

Siempre decimos que “nuestras audiencias olvidarán lo que hicimos, lo que dijimos; pero nunca olvidarán lo que les hicimos sentir”.

Esta es la clave y lo que nos mueve a la hora de trabajar. Situamos a la audiencia en el centro de cada activación y tratamos de convertirla en brand lover a través de lo que le vamos a hacer sentir y experimentar con la marca, el producto o la compañía.

La época de limitarse a ensalzar las bondades de un producto o una marca ya pasó: ahora toca pasar a la acción. Queremos que las audiencias experimenten directamente para que el impacto sea real y perdurable en el tiempo. Es un modelo sencillo y altamente eficaz, porque impacta a través de las emociones. Incluso, cuando planteamos una acción para un cliente, nos hacemos una pregunta muy simple: ¿su competencia directa podría ejecutar exactamente la misma idea? Si la respuesta es afirmativa, esa acción no se lleva a cabo. Así de sencillo.

Una de las grandes novedades es ‘Internal Brand’, dedicada a la comunicación interna, la cultura corporativa y el employer branding. ¿Por qué es tan importante hoy cuidar la marca también desde dentro?

La generación de confianza y reputación pasa por construir una narrativa de marca coherente en todos sus puntos de contacto. Por eso, en Brands trabajamos para que las personas, desde dentro, conozcan, sientan y vivan la cultura interna y puedan convertirse en auténticos embajadores de su compañía y de su marca. Sin duda, todo empieza dentro de las organizaciones, en las personas que trabajan en ellas.

Con esta reflexión, incorporamos Internal Brand bajo el paraguas de la división de Brands, con el fin de convertir a los empleados en verdaderos brand lovers corporativos. El equipo de Internal Brand de Roman trabaja en taskforce con los equipos de Brand Experience y Branding & Creativity para diseñar estrategias de comunicación interna estrechamente ligadas a la cultura y a la experiencia de empleado, pero también a la comunicación externa. El objetivo: generar culturas corporativas sólidas, un employer branding potente y un fuerte sentimiento de arraigo, orgullo y pertenencia.

Un ejemplo reciente del éxito de esta visión ha sido todo el trabajo realizado con los empleados en el contexto de la OPA del Sabadell, donde la comunicación interna ha sido clave para acompañar el proceso y reforzar la cultura corporativa.

Desde ‘Events’, habéis convertido los eventos en auténticas experiencias de marca, como la comida corporativa de Navidad de Roman, premiada con un Dircom Ramón del Corral. ¿Qué diferencia a un evento de una experiencia de marca?

La diferencia está, de nuevo, en cómo situamos a las audiencias en el centro: empleados, consumidores, periodistas, influencers, profesionales sectoriales, instituciones… Se trata de hacerles vivir una relación real con la marca, el producto o la corporación.

El “evento por el evento” ya es cosa del pasado. Las audiencias buscan experiencias que les impacten a ellos mismos —o a terceros— y que, además, tengan un propósito claro. La innovación en formatos es clave: la IA ayuda, la tecnología también, pero hay algo insustituible para “tocar piel”: el trabajo humano de profesionales altamente cualificados que integran su expertise en generación de experiencias y a la que le suman creatividad.

Ahí es donde un evento deja de ser un simple hito en la agenda y se convierte en una verdadera experiencia de marca, capaz de generar recuerdo, conversación y vinculación emocional.

En el área de ‘Creativity’, trabajáis desde el planteamiento creativo hasta la difusión final. ¿Cómo integráis creatividad, diseño y estrategia para construir campañas que realmente dejen huella?

El equipo de Branding & Creativity de Roman no es un área aislada: trabaja mano a mano con el resto de equipos como parte del proceso evolutivo de las campañas. La creatividad es un halo que lo impregna todo, desde el inicio hasta el final, y se integra directamente en la estrategia.

Solo así somos capaces de buscar la diferenciación, la singularidad y el impacto real. Le damos tanta importancia a la creatividad como parte esencial de la estrategia que, en Roman, contamos con tres equipos creativos: el equipo creativo de Brands, que da servicio a todas las divisiones de la compañía; el de Marketing Digital; y La Casa de Carlota. En total, más de 30 profesionales dedicados íntegramente a la creatividad.

Esta estructura nos permite construir campañas coherentes, bien pensadas y memorables, desde el concepto inicial hasta la difusión final.

Habéis desarrollado proyectos para marcas como Nescafé, Ulé, Glovo, Telefónica o Grupo Prisa. ¿Qué tienen en común los casos de éxito que mejor representan la esencia de Roman Brands?

Si algo tienen en común estos proyectos es la pasión, la entrega y el servicio boutique de los equipos, que se ponen a total disposición de los clientes. Nuestro denominador común es la búsqueda continua de superación: superarnos a nosotros mismos, superar las expectativas y estar a la altura de la confianza que las marcas depositan en nosotros en cada uno de sus proyectos.

Esa autoexigencia, unida a una visión estratégica muy clara y al cuidado del detalle, es lo que mejor define la esencia de Roman Brands y lo que se refleja en nuestros principales casos de éxito.

Mirando hacia adelante, ¿cómo imaginas la evolución de Brands y qué papel jugarán la experiencia y la emoción en la comunicación de marca del futuro?

La experiencia y la emoción siempre han estado al servicio de la comunicación, y otros sectores —como el cinematográfico— lo llevan directamente en su ADN. Que las compañías se humanicen, se involucren, busquen un impacto real, se posicionen y conecten desde la autenticidad no es una tendencia; es una respuesta a una demanda social, a nuestra manera de empatizar y conectar como sociedad.

Por eso, no solo la división de Brands integra la experiencia y la emoción como parte estratégica de sus planes de comunicación; el resto de las unidades de negocio —corporativa, financiera o de asuntos públicos— también se sumergen cada vez más en la emoción y la experiencia a la hora de plantear sus estrategias.

En cuanto a la evolución de Roman Brands, preferimos no proyectarnos demasiado en el largo plazo, sino centrarnos en el ahora y en el corto plazo, con la intención de seguir dando pasos firmes, sin perder el foco en el servicio, en la pasión y en nuestra ambición de superarnos día a día.



Source link

Artículo anteriorLa patronal propone subir el salario mínimo un 1,5%, por debajo de la inflación de este año | Economía
Artículo siguienteFamiliares y exabogados de Conto Patiño, amigo de Lenín Moreno, también son llamados a juicio por cohecho en el caso Sinohydro | Política | Noticias