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Ecokolitas, un pañal de tela práctico (Paulina Vallejo)
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Ecokolitas, un pañal de tela práctico (Paulina Vallejo)

 

No a lo desechable. Sí a la tela. Ese es el eslogan tácito que abriga cada pañal Ecokolitas, pañales impulsados por una realidad: el incremento de desperdicios plásticos en los basurales. Esto fue lo que motivó  a Gabriela Vallejo (26 años), licenciada en Ecoturismo a emprender en medio de un mercado moderno acostumbrado a lo  instantáneo, con algo tradicional.

Su emprendimiento ya lleva seis meses y  en él trabaja con su hermana, Paulina Vallejo (25 años), estudiante de fotografía, quien está encargada del marketing y todo lo relacionado a la imagen del producto; mientras que Gabriela resuelve la gestión del negocio con contactos y ferias para promover la marca en más localidades, ya que sus ventas por ahora solo se enfocan en dos ciudades: Guayaquil y Quito. “Se vende más en Quito, en Guayaquil  aún la gente no tiene esa consciencia ecológica”, asegura Paulina acerca de la distribución de los  pañales, actividad que la cumplen siete vendedoras que promocionan Ecokolitas de casa en casa.

“Muchas personas compran uno para probar”, comenta Paulina, sobre la aceptación gradual que va creando en el público el uso de esta propuesta ecológica vía pañales. El costo unitario es de $17, pero son precios ajustables dependiendo del volumen que se adquiera. Valores que según Paulina siempre serán mínimos, en comparación al gasto que estima está entre $3 000 y $2 000 anuales en pañales desechables.

“Es un solo gasto y nunca más. Porque los pañales se van ajustando al tamaño del bebé conforme van creciendo porque tiene brochecitos que se corren. Y no tienes que lavar todo porque el pañal tiene un absorbente que es como una tira que tiene tres capas de tela toalla, eso es lo que tú sacas y lavas”, detalla Paulina sobre las ventajas de este nuevo emprendimiento desarrollado con textiles 100% ecuatorianos y a puro algodón.

Características que permiten a Ecokolitas venderse como un pañal de tres etiquetas: libre de irritaciones, de químicos y de desechos y además libre a todo tipo de consumidores. “En Quito atendemos a todas las clases sociales, como mujeres indígenas que son a las que más les gusta”, cuenta Paulina, que recuerda como en una ocasión un grupo de amigas hicieron “vaca” para comprarle los pañales a una joven.

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Ecokolitas, lleva seis meses en el mercado (Paulina Vallejo)

Sin embargo, otra cualidad que incide  en la acogida de Ecokolitas es el diseño, porque como explica Paulina: “no se trata de cualquier trapo que lo viras en tres partes, lo sujetas con un imperdible y se te moja todo, no. El diseño es la diferencia”.

Cada uno de estos agregados y detalles no hubiese sido posible sin la ayuda de un estudio de mercado que les permitió superar las falencias de otras dos marcas, una española y otra ecuatoriana, que se dedican también a la venta de pañales de tela. Estos análisis, más la confección de los pañales, colaboración de una amiga, hicieron que la idea demorara seis meses en madurar. Ecokolitas es un emprendimiento que asegura la no contaminación y el gasto de dinero innecesario.

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