Denise Dresser se incorporará a OpenAI la semana que viene y reportará directamente de sus actividades a Brad Lightcap, COO de la compañía.
Denise Dresser, la que era hasta ahora CEO de Slack, se unirá próximamente a OpenAI para ocupar la posición de Chief Revenue Officer de la matriz de ChatGPT. Mediante el fichaje de Dresser, una ejecutiva muy veterana en el ramo de la tecnología, OpenAI busca convertir su producto estrella, el chatbot de IA ChatGPT, en un negocio confiable que se traduzca en último término en la generación consistente de ingresos y beneficios.
Dresser se incorporará a OpenAI la semana que viene y reportará directamente de sus actividades a Brad Lightcap, COO de la startup tecnológica estadounidense.
El reclutamiento de Dresser se produce en un momento particularmente turbulento en el plano financiero para OpenAI que, aunque sigue aumentando sus ingresos, incurre también en cada vez más gastos. Durante la primera mitad de 2025 la compañía ingresó en sus arcas 4.300 millones de dólares, un 16% más que durante el mismo periodo de 2024. Sin embargo, en idéntico lapso de tiempo los gastos de OpenAI ascendieron a los 2.500 millones de dólares, una elevada cantidad que hundió principalmente sus raíces en el desarrollo de modelos de IA y también en los costes al alza derivados del mantenimiento y funcionamiento de ChatGPT.
Además, los gastos en el seno de la compañía no echarán previsiblemente el freno a corto y medio plazo. OpenAI pronostica, no en vano, que en 2028 deberá bregar con unas pérdidas operativas de 74.000 millones de dólares, casi el 75% de la facturación proyectada por la compañía de cara a ese ejercicio.
A algunos inversores les preocupan los gastos al alza de OpenAI
Según los datos barajados por The Wall Street Journal, OpenAI generará previsiblemente gastos a un ritmo 14 veces más rápido que su rival Anthropic (un dato que hace lógicamente saltar las alarmas).
El mes pasado Sam Altman, CEO de OpenAI, anunció que la compañía que lidera planeaba invertir 1,4 billones de dólares en los próximos ochos años. No obstante, ese anuncio hizo fruncir el ceño a algunos inversores y expertos, que cuestionaron hasta qué punto el modelo de negocio de OpenAI podía satisfacer las grandes ambiciones de la compañía.
Por otra parte, y en vista de los gastos al alza dentro de la compañía, OpenAI lleva emitiendo desde hace tiempo señales que apuntan a una más que posible diversificación de sus ingresos más allá de las suscripciones para apostar, entre otras fórmulas, por la publicidad.
«Nuestro objetivo es poner nuestras herramientas de IA a disposición de millones de trabajadores en todos los ámbitos de actividad», explica Fidji Simo, CEO de Aplicaciones en el seno de OpenAI. «Denise ha liderado ya previamente este tipo cambio y su experiencia nos ayudará a lograr que nuestra IA sea útil, fiable y accesible para empresas de todo el mundo», añade Simo.
Denise Dresser ha sido la CEO de Slack durante los último dos años y antes de ocupar esta posición desempeñó diferentes puestos de responsabilidad dentro de la subsidiaria de Salesforce durante más de 14 años. Dresser fue promocionada a CEO de la app de mensajería después de que su predecesora en el cargo, Lidiane Jones, se desvinculara de Slack para fichar por Bumble.
Tras la salida de Denise Dresser de Slack, Rob Seaman, actual chief product officer de la compañía, ocupará de manera interina el cargo de CEO.































