En esta entrevista a Liam Fisher, Head of Pro Design Marketing en Canva, descubrimos los entresijos de la alianza con Affinity y la deriva actual de la plataforma de diseño.

En marzo de 2024, la plataforma de diseño Canva adquirió Affinity, una suite de herramientas de edición fotográfica, diseño gráfico, ilustración y maquetación. Una unión que se dio con el objetivo de conjugar ambos mundos e impulsar el traspaso ágil y fluido de una interfaz a la otra, permitiendo así a los usuarios explorar más aún y aumentar su creatividad.

Desde MarketingDirecto.com – MKD hemos tenido la oportunidad de hablar con Liam Fisher, Head of Pro Design Marketing en Canva, quien nos ha desvelado cómo fueron los acercamientos con Affinity, qué ha supuesto para ambas compañías esta compra y cuáles han sido los frutos de la alianza, un año y medio después de que se haya fraguado. Fisher detalla cómo han florecido las sinergias entre las dos empresas, que hoy en día, como dice el refrán, caminan juntas, pero no revueltas.

¿Qué tienen en común Canva y Affinity?

«Canva y Affinity no eran la combinación más obvia al principio, supongo que según la percepción de mucha gente y también, la nuestra», apunta Fisher. Y prosigue: «Pero descubrimos que comparten la misma creencia: el software de diseño profesional debe ser intuitivo, asequible, rápido y fluido, sin la complejidad de las herramientas de diseño tradicionales. Así que había muchos valores compartidos, mucha visión en común. Y una vez que empezamos a trabajar juntos, todo encajó muy bien», evidencia.

¿Qué supone la combinación de Canva y Affinity?

Lo importante para Canva y Affinity es que ambas aplicaciones puedan funcionar bien juntas, sin necesidad de integración de una en otra ni de fusión completa. La idea es que los formatos sean compatibles. «La unión de las dos marcas está impulsando un flujo de trabajo que comienza en Affinity y luego se amplía al resto de la plantilla con Canva», explica.

Según su propuesta común, los diseñadores profesionales crean los cimientos de un diseño en Affinity. Después, lo exportan a los demás miembros de la empresa de otros departamentos como marketing, comunicación corporativa, publicidad, redes sociales, etc. Estos receptores pueden editarlo en Canva de forma colaborativa o escalarlo a los tamaños y modelos que necesiten, utilizando herramientas muy sencillas e intuitivas para diseñadores no profesionales.

Por otra parte, Canva cuenta con el respaldo de un comité de expertos en el que se enmarcan diseñadores de gran prestigio como Debbie Millman, James Martin y Joe Rocker. También, las compañías se guían gracias al Pro-Panel, un grupo de usuarios de Affinity que son ilustradores, fotógrafos y diseñadores gráficos profesionales. «Trabajamos muy estrechamente con ambos grupos para obtener asesoramiento sobre cómo avanzar y cómo desarrollar nuestras funciones«, señala Fisher. Además, es fundamental la opinión de grupos de usuarios más amplios en pruebas beta, activos cruciales en la fase de desarrollo de producto y de experiencia de usuario. En este sentido, a Affinity le ha venido muy bien contar con este engranaje que funcionaba en torno a Canva para ampliar sus posibilidades de testing.

La ruptura de las reglas fijas del sector

En opinión de Fisher, hay unas creencias muy arraigadas en esta industria que limitan a los artistas y diseñadores. Algunos consideran que es demasiado complicado trabajar en dos plataformas distintas o que, si llevan toda la vida trabajando con un software, ya no pueden cambiarse a otro por la dificultad de aprender de cero cómo se utiliza. Pero según considera, sí que se puede. Y además, Affinity ofrece unas herramientas muy potentes y un gran rendimiento, tal como asegura.

Fisher refleja una visión escéptica: «Hay muchas cosas que nos han dicho personas que forman parte del statu quo. Mi opinión es que hay que cuestionar siempre lo que te dice alguien que tiene intereses en el juego, que se beneficia de encerrarte en un flujo de trabajo concreto. Y lo que decimos en Affinity es que no, en realidad, tú puedes y debes elegir tu flujo de trabajo y qué software utilizar».

Por la mentalidad abierta compartida de compatibilizar diferentes formatos, Canva y Affinity pudieron formar un buen tándem: «No intentamos encerrar a la gente ni obligarla a utilizar el flujo de trabajo que nosotros queremos, les estamos dando esa opción. Creemos que los diseñadores se merecen algo mejor», sentencia.

Los frutos del matrimonio entre Affinity y Canva: más público y buenos resultados

El target de Canva se compone mayoritariamente por personas que no proceden del mundo del diseño y necesitan crear diapositivas, carteles, collages o cualquier otro tipo de comunicación visual por motivos laborales, sociales o personales. Por su parte, el grueso de usuarios del software de Affinity son profesionales del diseño. Así que de la unión emerge una simbiosis.

También los entornos escolares y académicos son importantes para ambos, usuarios que, además, cuentan con beneficios en su suscripción. El objetivo es enseñar una ventana de oportunidades a aquellos niños y niñas creativos que puede que en su futuro se dediquen al diseño de forma profesional.

En términos generales, el crecimiento del nicho de mercado para el pez pequeño es muy notable. «Hay 240 millones de usuarios activos al mes en Canva. Y no todos ellos utilizan herramientas de diseño profesional, pero hay un porcentaje que sí lo hace, y ahora hemos podido presentarles Affinity», explica ilusionado Fisher. Como indica, no solo supone un incremento en su base de usuarios, sino también en el potencial del producto.

Después de un tiempo en conversación para ensamblar las piezas de los dos puzles, la adquisición se anunció en marzo del año pasado. Desde este medio hemos preguntado cuál fue el precio de la compra, pero las cifras, por ahora, se han mantenido en secreto por parte de ambas empresas. Eso sí, de lo que no cabe duda es de que la adquisición ha sido fructífera. Canva puede presumir de embolsarse 3.000 millones de dólares en ingresos anuales recurrentes y de que en su plataforma se han creado más de 30.000 millones de diseños.

Una estrategia de marketing basada en la comunidad

Liam Fisher nos ha desvelado los entresijos de su apuesta: «Una parte fundamental de nuestra estrategia de marketing es trabajar muy estrechamente con nuestra comunidad; y Canva también lo ha hecho siempre». La colaboración con artistas es fundamental, quienes conceden licencias para que las dos marcas utilicen sus obras en piezas publicitarias. «Son una prueba viviente de que Affinity es un conjunto de programas muy potente y de calidad profesional», argumenta.

Una vez que el equipo de desarrollo ha mejorado el producto, la misión del departamento de marketing es, además de transmitir el potencial del programa, explicar cómo mudarse a Affinity. Y después, mostrar cómo se coordina con Canva. «Hemos trabajado mucho con nuestros artistas y con nuestra comunidad para dar forma a esas historias, para contar cómo fue, lo que sabemos. Pasar de un software a otro cuando llevas ya bastante tiempo en tu carrera es una tarea emocional muy, muy abrumadora. Tenemos que ser capaces de demostrar que esto es una opción viable».

¿Cómo ha encajado este matrimonio?

«El mayor cambio ha sido integrar al equipo de Affinity en el de Canva y ver toda la estructura mundial», cavila Fisher. Mientras que Affinity solo disponía de una pequeña sede en Nottingham (Inglaterra), Canva sí contaba con una red de trabajadores repartida por varios puntos del planeta, con la oficina principal en Sídney (Australia). «Y ahora, de repente, nos hemos convertido en una especie de empresa global con equipos en diferentes zonas horarias», comenta el experto en marketing.

Affinity ha conseguido acceso a una gran cantidad de recursos adicionales, al haber sido adquirida por una firma de tamaño mayor. «Hemos podido comunicarnos y colaborar con diferentes equipos de todo el mundo para hacer crecer Affinity y dar a conocer la marca», recuerda Fisher.

Por otro lado, ya se encuentran bajo el paraguas de Canva otras marcas como Flourish, Kaleido, Pexels y Pixabay. Por el momento, Fisher no tiene ninguna alianza más que revelar de cara a los próximos meses, pero las puertas siempre están abiertas para seguir ampliando la familia.

España: un país donde el diseño enamora a las masas

España es un mercado clave para las dos compañías. «Se han creado más de 250 millones de diseños en España utilizando Canva. Así que sabemos que hay interés no solo por usar herramientas de diseño profesionales, sino también por Canva», refiere Fisher, en alusión a los más amateurs. Y menciona el dato de que, en nuestro país, uno de cada seis usuarios de Internet utiliza Canva.

Un reto en proceso: conquistar la IA sin perder coherencia

La dificultad en el plano de la inteligencia artificial reside en conjugar las necesidades de los dos principales públicos, ahora que Canva también pretende alcanzar a la base de usuarios de Affinity. Por un lado, Canva está desarrollando numerosas funcionalidades con IA, útiles para usuarios que no trabajan en el sector del diseño.

Sin embargo, los diseñadores profesionales no siempre ven con buenos ojos este tipo de herramientas, por considerar que carecen de valor humano y personal y que los resultados son de menor calidad. «¿Cómo incorporamos la IA a Affinity de una manera inteligente que beneficie a los diseñadores profesionales?», reflexiona Fisher. Responder a esta pregunta ocupa un hueco entre sus prioridades actualmente.

«Queremos asegurarnos de que, sea cual sea el funcionamiento de la IA en Affinity, se haga de una manera reflexiva y deliberada que mejore los procesos y los flujos de trabajo para un diseñador profesional. No queremos quitar nada del oficio. Porque sabemos que eso es lo que realmente valoran los diseñadores profesionales», asegura Liam. Por ejemplo, sí podría serles de utilidad esta tecnología para «hacer gran parte del trabajo pesado, como escalar diseños, cambios de tamaño masivo o personalizaciones».

De lo que no cabe duda es de que ambas compañías seguirán trabajando mano a mano. Con una potente oferta dispuesta a competir con otros actores del mercado, el desafío en el tramo final de este año para Canva y para Affinity es terminar de perfilar este cóctel para unir las dos marcas y ofrecer una experiencia fluida a los usuarios para dar rienda suelta a la creatividad.



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