t2ó ONE presenta un nuevo informe “Industry” en el que analiza algunas de las principales tendencias tecnológicas que condicionan el rumbo de la industria energética.

La transición energética avanza, pero no al ritmo necesario. Según el último informe “Tendencias Digitales en Energía 2025” de t2ó ONE, la desconexión entre oferta renovable y demanda está generando precios negativos e incertidumbre sobre la rentabilidad de nuevos proyectos. En un contexto de volatilidad de precios y urgencia climática, la digitalización emerge como el catalizador clave para una descarbonización eficiente.

La convergencia entre mercado, revolución digital y transición energética ya no es opcional. Soluciones como los data centers (cuya demanda crecerá un 20% anual hasta 2028), el almacenamiento en baterías (BESS), y el hidrógeno verde están transformando el sector. Pero ninguna sería viable sin tecnologías disruptivas como la IA, el Big Data, la RV/RA o la robótica, que optimizan procesos, reducen riesgos y crean modelos energéticos más resilientes.

Las principales tendencias tecnológicas que están transformando el sector

1. Inteligencia Artificial: El Cerebro de la Eficiencia

La IA actúa como una infraestructura cognitiva transversal, rediseñando operaciones desde su núcleo. Más allá de automatizar tareas, optimiza la toma de decisiones en tiempo real, predice fallos en activos renovables, personaliza modelos de negocio y crea sistemas energéticos descentralizados centrados en el usuario. Su impacto se extiende desde la reducción de costes hasta la reinvención de cadenas de valor completas bajo principios de sostenibilidad.

  • Enel Green Power: Utiliza modelos predictivos en tiempo real para optimizar el diseño y operación de +1.300 plantas renovables globales, garantizando suministros más limpios.
  • Atlas Renewable: Algoritmos detectaron pérdidas del 3.6% por suciedad en paneles solares en Brasil. Ajustando ciclos de limpieza, aumentó su producción un 0.7% sin inversiones mayores.

2. Realidad Virtual/Aumentada: Formación sin Riesgos

La RV/RA trasciende la formación convencional al crear entornos hiperrealistas libres de riesgos. Estas tecnologías permiten practicar procedimientos críticos (reparaciones en subestaciones, manejo de turbinas eólicas offshore) con inmersión sensorial, reduciendo errores humanos fatales. Además, democratizan el acceso a capacitación especializada en zonas remotas y estandarizan competencias globales, acelerando la curva de aprendizaje hasta un 60%.

  • Avangrid (EE.UU.): Simuladores con Oculus (Meta) entrenan técnicos en 25 modelos de turbinas eólicas distintas, replicando condiciones remotas sin peligro. Próximo paso: incorporar feedback háptico para simular descargas eléctricas.
  • Hydro One (Canadá): Sus simulaciones de reparaciones en subestaciones lograron un 59% más de retención de conocimiento y un 40% más de cumplimiento normativo, minimizando accidentes fatales.

3. Big Data: El Combustible de la Toma de Decisiones

El análisis masivo de datos opera como el sistema nervioso central del sector: conecta generación, distribución y consumo en una red inteligente. Al procesar flujos en tiempo real, anticipa picos de demanda, detecta ineficiencias ocultas (como pérdidas por suciedad en paneles), personaliza tarifas dinámicas y optimiza la integración de renovables. Su verdadero valor reside en convertir petabytes en estrategias ejecutables para una red resiliente.

  • Cuerva (España): Piloto del proyecto europeo BEYOND. Combina datos internos y externos en su planta virtual (VPP) para mejorar eficiencia en edificios industriales y reducir costes.
  • Saudi Aramco: 40.000 sensores en el yacimiento de Khurais monitorizan 500 pozos en tiempo real. Usa machine learning para aumentar la producción un 15% y duplicar la velocidad en resolución de fallos.

4. Robótica: Automatización con Impacto

Los robots fusionan seguridad operativa y sostenibilidad ambiental en entornos de alto riesgo. Desde drones que inspeccionan refinerías hasta brazos autónomos en plantas solares, minimizan la exposición humana a peligros mientras optimizan recursos (combustible, químicos, tiempo). Su evolución hacia sistemas colaborativos («cobots») y la integración con IA los posiciona como aliados clave para descarbonizar operaciones intensivas en emisiones.

  • John Deere: Tractores autónomos reducen un 15% el consumo de combustible y aumentan un 25% el rendimiento agrícola. Su tecnología «See & Spray» ahorra un 90% en herbicidas mediante visión artificial.
  • Gecko Robotics: Robots con IA inspeccionan plantas energéticas (fósiles, nucleares, renovables). Su acuerdo con NAES Corporation busca reducir un 80% el mantenimiento reactivo y duplicar la vida útil de infraestructuras.

Insights Clave: Más allá de la tecnología

El informe destaca tendencias transversales que redefinirán el sector:

  • IA ética: La transparencia algorítmica y el consumo sostenible de sistemas digitales son prioritarios.
  • 5G como catalizador: Permitirá redes inteligentes (smart grids), IoT masivo y vehículos autónomos integrados al sistema energético.
  • Capacitación inmersiva: La RV/RA no solo ahorra costes, sino que salva vidas en entrenamientos de alto riesgo.

Como señala David Pérez-Grandos (CIIDETEC, México): «La IA no es solo ahorro de costes: rediseña estructuras bajo una lógica eficiente, resiliente y centrada en el usuario».

El futuro energético exige integrar tecnologías, políticas y talento. Empresas como Iberdrola (que invirtió +3.000M€ en I+D digital) o Fortescue (con su Green Energy Hub en Australia) demuestran que la innovación no es un gasto, sino la base de un modelo descentralizado, limpio y rentable. En esta revolución, los datos son el nuevo petróleo, y la digitalización, su refinería.



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