La entidad reguladora de la competencia en Europa determina que no se producirán abusos ni monopolio debido a la presencia de otros holdings fuertes en la región.

La Comisión Europea ha aprobado sin establecer condiciones la adquisición de IPG por parte de Omnicom y considera que la fusión no plantearía problemas de competencia en el Espacio Económico Europeo («EEE»). La transacción está valorada en 13.250 millones de dólares y se ha realizado íntegramente en acciones.

La compañía resultante se encargará tanto de servicios de comunicación y de marketing como de compra de medios, mejorando su apuesta en un entorno en el que las grandes tecnológicas están reforzándose por el boom de la inteligencia artificial.

Desde que se anunció en diciembre de 2024 la operación estaba esperando a materializarse tras la superación de los desafíos legislativos. La alianza ha sido aprobada en las diferentes regiones del mundo por los respectivos organismos reguladores de la competencia, como en Estados Unidos (FTC), donde sí se han impuesto ciertas restricciones, o en los mercados de Reino Unido y México. Se espera que se ponga el broche de oro al acuerdo a nivel global en los próximos días.

Un titán publicitario se consolida, pero no monopoliza

La absorción de Omnicom a uno de sus mayores rivales dará como fruto al mayor holding publicitario del planeta, pero la Comisión Europea considera que «la entidad fusionada ocuparía posiciones moderadas» en los mercados europeos y, por ello, no ha impuesto limitaciones, por entender que no cometerá prácticas monopolísticas.

La ultra reforzada nueva Omnicom, con la adhesión de IPG, obtendrá una facturación anual aproximada superior a 25.000 millones de dólares. Con este volumen, se colocaría por encima en términos de ingresos de otros gigantes del sector.

No obstante, precisamente la presencia de dichos competidores en el tablero -y el organismo europeo cita expresamente a WPP, Dentsu-Aegis, Publicis Groupe y Havas-, ya acotará suficientemente el papel de Omnicom. Además, como señala la Comisión Europea, si la nueva compañía resultante de la fusión decidiera elevar precios o recortar la calidad de sus servicios, los anunciantes tendrían margen para reaccionar, porque el mercado sigue siendo muy competitivo, los contratos son de corta duración y cambiar de agencia implica costes relativamente bajos.

Del mismo modo, si la entidad fusionada tratara de usar su mayor tamaño para presionar a los grupos de medios, estos conservarían suficiente poder para plantar cara gracias a su alto nivel de concentración en los principales mercados europeos.

Omnicom lucirá su músculo publicitario

Tras la adquisición de IPG, bajo el paraguas de Omnicom habrá una plantilla total de más de 100.000 trabajadores. Asimismo, cuenta dentro de su portfolio con agencias como DDB, TBWA\, FCB, McCann, OMD o BBDO. Aun así, durante los últimos meses, la multinacional ha menguado algunas de sus operaciones, eliminado puestos de trabajo en todo el mundo y reducido parte de sus instalaciones.

«Esta adquisición estratégica crea un valor significativo para ambos grupos de accionistas al combinar plataformas de datos y tecnología de clase mundial y altamente complementarias que permiten nuevas ofertas para servir mejor a nuestros clientes e impulsar el crecimiento», afirmó John Wren, presidente y director ejecutivo de Omnicom, a finales del año pasado a través de un comunicado.



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