La entidad resultante de la fusión de Omnicom e IPG no podrá involucrarse en boicots publicitarios motivados por razones políticas, según lo previsto por la FTC.

La cacareada fusión de Omnicom e IPG ha superado un nuevo obstáculo y está cada vez más cerca de convertirse en una realidad. La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos se ha avenido a dar luz verde a la operación, que implicará el desembolso de 13.500 millones de dólares por parte Omnicom para adquirir a su rival IPG. Sin embargo, la agencia gubernamental estadounidense ha puesto también condiciones a la entidad resultante de la fusión de Omnicom e IPG, que tendrá terminantemente prohibido involucrarse en boicots publicitarios motivados por razones políticas (y evitar así, por ejemplo, que medios de ideología escorada a la derecha se vean excluidos de los planes de medios de los clientes que gestiona la compañía liderada por John Wren)

El objetivo de las restricciones impuestas por la FCT es prevenir que la empresa emanada de la unión de Omnicom e IPG se involucre de manera coordinada en prácticas potencialmente anticompetitivas en sus negociaciones con los medios sobre condiciones como los precios, los emplazamientos publicitarios y los patrocinios, asegura la agencia gubernamental en un comunicado de prensa.

Las cortapisas de la FTC impedirán que Omnicom (una vez se haya fusionado con IPG) pueda privar a determinados «publishers» (tanto medios de comunicación como redes sociales) de los presupuestos publicitarios de sus clientes en base a su ideología (a menos, eso sí, que el anunciante en cuestión haya solicitado explícitamente no emplazar su publicidad en tales soportes). La orden de la FTC no impide que los anunciantes a título individual puedan elegir libremente donde aparece su publicidad, pero prohíbe a Omnicom retirar los presupuestos publicitarios que maneja de determinados «publishers» guiándose expresamente por su ideología.

La nueva entidad surgida de la fusión de Omnicom e IPG no podrá ejecutar boicots publicitarios contra determinados «publishers» en base a su ideología

«Las webs y otras publicaciones que dependen de la publicidad son cruciales para el libro flujo del comercio y de la comunicación en nuestra nación», explica Daniel Guarnera, director de la Oficina de la Competencia de la FTC. «La coordinación entre las agencias de publicidad para suprimir el gasto publicitario en publicaciones con posturas políticas o ideológicas desfavorecidas amenaza con distorsionar no solo la competencia entre las agencias, sino también la discusión y el debate de naturaleza pública. Las restricciones dictadas hoy por la FTC previenen las acciones coordinadas de naturaleza ilegal dirigidas contra determinados puntos de vista políticos e ideológicos, preservando simultáneamente la capacidad de los anunciantes de elegir donde desean ver emplazados sus anuncios», añade Guarnera.

En una declaración conjunta de Omnicom e IPG, John Wren, que liderará la entidad resultante de la fusión en calidad de CEO, celebra que la operación haya obtenido finalmente el plácet de la FTC. Y asegura que la superación de «este importante obstáculo regulatorio» supone un paso más hacia «la creación de una nueva era» en el universo de las soluciones de marketing y publicidad.

Philippe Krakowsky, CEO de IPG, hace hincapié en que la fusión combinará «talento, capacidades complementarias y fortalezas geográficas» a fin de satisfacer las necesidades eternamente cambiantes de los clientes «en un entorno mediático que está siendo transformado por la tecnología y los datos».

La aprobación de la fusión de Omnicom e IPG por parte de la FTC se produce después de una investigación que se ha dilatado durante varios meses y que dio lugar el pasado mes de marzo a una rara segunda solicitud de información por parte de la agencia gubernamental estadounidense (una indicación de que este organismo estaba mirando con lupa la transacción).

Anunciada oficialmente en diciembre del año pasado, la fusión de Omnicom e IPG dará lugar a un gigante publicitario con una facturación anual combinada de 25.000 millones de dólares que le llevará a liderar la industria publicitaria a escala global (por delante de sus rivales Publicis Groupe y WPP). La intención de las dos compañías involucradas en la transacción ha sido siempre que la operación se cierre durante la segunda mitad de 2025.

Las condiciones que la FTC ha impuesto a Omnicom e IPG para dar luz verde a su fusión están alineadas con los esfuerzos de la Casa Blanca para eliminar con el apoyo de sus agencias gubernamentales los prejuicios que existirían al parecer en relación con los «publishers» que exhiben puntos de vista de tinte conservador.

El año pasado X, la red social de Elon Musk, otrora hombre de confianza de Donald Trump, demandó, de hecho, a varios anunciantes, a quienes acusó de involucrarse en un boicot coordinado para retirar sus presupuestos publicitarios de esta plataforma.



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