Gigantes tecnológicos como Meta, Google y OpenAI están construyendo enormes centros de datos para desarrollar una inteligencia artificial capaz de superar al ser humano.
La inteligencia artificial está desarrollando cada vez mejores actualizaciones en sus sistemas. Compañías tan poderosas en el mundo de la tecnología como Meta, Google y OpenAI trabajan en la creación de una superinteligencia artificial que supere a cualquier ser humano. ¿Será esto una salvación o una amenaza para la sociedad?
Según la revista Der Spiegel, esta tecnología ya ayuda a optimizar tareas tanto en el ámbito personal como profesional. Incluso contribuye al sector médico, ayudando a encontrar tratamientos para diversas enfermedades. Sin embargo, estos avances también plantean un problema: ¿qué pasaría si una IA se vuelve más inteligente que cualquier mente humana?
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Un proyecto gigantesco en Luisiana
En Richland Parish, un condado estadounidense ubicado en Luisiana, se está construyendo algo gigantesco. Lo que antes era un tranquilo escenario, se ha convertido en el escenario de una obra monumental. Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, está levantando allí su mayor centro de datos del mundo. La inversión supera los 10.000 millones de dólares y, cuando esté terminado, ocupará el tamaño de una sexta parte de Manhattan.
¿Cuál es el objetivo? Alimentar el desarrollo de una superinteligencia artificial, un sistema que no solo resuelva tareas específicas como jugar al ajedrez o traducir idiomas, sino que piense y actúe mejor que cualquier persona en casi todo.
Una inteligencia artificial que ayude a la sociedad sin límites
Los creadores de esta superinteligencia artificial o «supermáquina» creen que puede ofrecer grandes beneficios a la sociedad, encontrando soluciones a problemas complejos de la humanidad. Uno de los objetivos de Zuckerberg es implementar un «asistente superinteligente» para cada persona, que pueda ayudar en la vida diaria.
Sin embargo, no todos están de acuerdo. Geoffrey Hinton, uno de los pioneros de la inteligencia artificial, alerta de que estas tecnologías pueden convertirse en un «riesgo existencial». Según él, si se desarrolla una superinteligencia de este tipo y alcanza el éxito esperado, podría dejar de lado la mente humana.
Luchar por diferenciar lo real de lo ficticio
Aunque sistemas como ChatGPT o GPT-5 son impresionantes, todavía cometen errores básicos. No obstante, las grandes tecnológicas confían en que aumentando el tamaño de sus modelos y centros de datos, esos fallos desaparecerán.
El proceso para crear algo verdaderamente grande ya está en marcha. Meta, Google, OpenAI e incluso compañías chinas como DeepSeek invierten millones para no quedarse atrás y ser los primeros en presentar innovaciones revolucionarias. Para algunos, esta superinteligencia será una gran aliada; para otros, podría convertirse en una amenaza para la sociedad.































