
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, ha negado que la institución esté capacitada para hacer un análisis profundo de las pensiones y ha trasladado esa responsabilidad a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Así ha contestado a la falta de menciones sobre esta materia en el informe anual publicado la semana pasada. “Ni de lejos tiene el banco la capacidad técnica para aportar valor añadido a lo que hace sobre las pensiones la Autoridad Fiscal. Ya hay una institución encargada por el Parlamento para analizar cada tres años la evolución de las pensiones, y esa es la Autoridad Fiscal, que es un organismo con casi 100 personas especializadas en la sostenibilidad financiera. En el banco no tenemos ni capacidad de aportar valor añadido a eso ni acceso a los datos como la Airef. No tenemos ningún análisis propio que pueda complementar lo que dice la Airef”, ha dicho durante la presentación del plan estratégico del banco este miércoles.
Escrivá fue el ministro que diseñó las últimas reformas de pensiones con el actual Gobierno. En los dos anteriores informes anuales, cuando Escrivá todavía no era el gobernador, el organismo supervisor dijo que estas reformas aumentaban los compromisos de gasto en prestaciones y que hacía falta tomar más medidas para asegurar la sostenibilidad financiera del sistema. Estas afirmaciones de Escrivá se producen después de haber aprobado esta misma semana una reorganización del servicio de estudios que reducirá a la mitad su número de efectivos: pasará de alrededor de 400 a unos 200, si bien más adelante se contratarán a unos 35 investigadores nuevos. Una semana antes había dimitido el director del servicio de estudios, Ángel Gavilán, tras publicar el informe anual, desatando una polémica sobre posibles injerencias de Escrivá en la elaboración del documento.
El gobernador ha añadido que el banco tiene dos líneas que evitar en sus análisis: por un lado, ha señalado que el banco debe evitar opinar sobre cualquier cosa que de la que no tenga “evidencia propia y trabajo sólido”. Y por otro, ha afirmado que el banco debe evitar posicionarse sobre elementos que supongan una redistribución de la renta. “No tenemos legitimidad democrática para hacer un análisis sobre la redistribución. Eso lo tiene que hacer el Gobierno y el Parlamento. Yo no me puedo pronunciar sobre esas decisiones de gastos o de subir o bajar impuestos. Puedo hablar de los impactos, la eficiencia del gasto o la sostenibilidad financiera. Pero no de eso”, ha zanjado.
Esta ha sido su respuesta cuando se le ha preguntado por la falta de recomendaciones de política económica en su último informe anual. La institución siempre había hecho estas recomendaciones, con un mayor o menor grado de crítica, desde los tiempos de Luis Ángel Rojo como director del servicio de estudios allá por los años 70. Escrivá ha defendido que sí que había opiniones en este sentido esgrimiendo que se incluyó una crítica al plan fiscal: “Hemos dicho que se ha desaprovechado el plan fiscal en un contexto de elevada deuda. El año pasado el tema era la vivienda y este año ha sido el plan fiscal”.
Reorganiza el servicio de estudios
El traspaso de parte de la plantilla del servicio de estudios a otros departamentos se ha justificado diciendo que muchos estudios se estaban repitiendo y que había departamentos que se solapaban, sobre todo en el análisis de mercados y de asuntos monetarios. Así que estos se van a concentrar y habrá una nueva estructura más flexible. “Llevo dirigiendo departamentos de estudios durante 35 años, en el Banco de España, en el BCE, en el BBVA, en el BIS, si hay alguien cualificado para hacer una reforma moderna y profunda de cómo se trabaja en el Banco de España soy yo”, ha afirmado el gobernador José Luis Escrivá.
“No hemos llevado personas de un lado a otro. El número de departamentos no es relevante porque esto solo es una forma de organizar el trabajo. Lo importante es el número de managers y eso sigue igual. Antes se tendía a compartimentar por instrumentos y metodología y no por funciones. Faltaban sinergias. Aunque estuvieran mirando las familias, unos lo hacían con encuestas y otros con datos macro, pero estaban separados, ahora los juntamos”, ha explicado Escrivá.
Un nuevo museo
Por otra parte, la entidad ha anunciado la creación de un museo. El Banco de España tiene acumuladas unas 3.500 obras, de las cuales ni siquiera el 10% está a la vista del público. La mayor parte son obras de arte clásico a partir del año 1782, cuando se fundó el entonces Banco Nacional de San Carlos. Pero también hay arte moderno, numismática, tapices, archivos históricos o el patrimonio monumental que incluye su sede de Cibeles y la cámara del oro, que se quieren abrir al público. El objetivo es abrir el legado a los ciudadanos y que se conozca la historia del banco y sus funciones. “Esto puede llevar a conocer la historia financiera y económica del país”, ha dicho Mayte Ledo, directora general de Estrategia, Personas y Datos del Banco de España, durante la presentación del plan estratégico de la institución a 2030. El banco espera acabar el proyecto sobre el museo en el tercer trimestre de 2026, iniciar las obras en el primer trimestre de 2028 y abrir la cámara del oro en el cuarto trimestre de 2028. La apertura del museo será en el segundo trimestre del 2030.
Además, el banco va a crear un centro de desarrollo tecnológico en Barcelona, en asociación con el centro de supercomputación de Barcelona, sobre todo para la inteligencia artificial generativa, que tiene un gran potencial de implementación en el banco para mejorar el análisis. Se ha abierto una convocatoria de 25 plazas con perfiles tecnológicos que pueden ubicarse allí en Barcelona y para las que han recibido 900 solicitudes.































