Entre aquel “A la ministra no me la toque porque es la diosa del Olimpo de mi gabinete” y el “Eres demasiado importante y sabia para la actual RC5, anda nomás a dialogar con (Daniel) Noboa, nosotros no lo haremos” dichos por Rafael Correa al referirse a Marcela Aguiñaga, hubo un camino de 18 años de lealtades, pero más recientemente, de desencuentros.



Source link

Artículo anterior2026, el año que cambiará los fundamentos del marketing
Artículo siguienteLa mayoría de los españoles creen dominar sus finanzas, pero solo uno de cada tres entiende la inflación | Economía