
La Comisión Europea ha impuesto a Google una multa de 2.950 millones, la segunda más alta de la historia, por abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad digital y, ademas le da 60 días para que le plantee medidas para corregir la situación. No obstante, el departamento de Competencia, dirigido por la española Teresa Ribera, le recuerda al gigante tecnológico estadounidense que, en su opinión preliminar sobre el caso, “solo la desinversión por parte de Google de parte de sus servicios resolvería la situación de conflictos de intereses inherentes”. Es decir, Bruselas exigirá a la filial de Alphabet que venda parte de su negocio si la solución propuesta no le convence.
Este movimiento de Bruselas llega cuatro días después de lo previsto. La sanción se iba a publicar el lunes pasado, pero el comisario de Comercio y negociador con Estados Unidos en el conflicto arancelario, Maros Sefcovic, frenó el procedimiento lanzado. Aunque Bruselas y Washington llegaron a un acuerdo comercial a finales de julio, la Administración de Donald Trump todavía no ha cumplido su parte de fijar los aranceles a los automóviles europeos en el 15%.
Para la Comisión, Google ha infringido “las normas antimonopolio de la UE al distorsionar la competencia en el sector de la tecnología publicitaria”. “Lo hizo favoreciendo sus propios servicios de tecnología de publicidad digital en detrimento de los proveedores competidores de servicios de tecnología publicitaria, los anunciantes y los editores digitales”, explica Bruselas en el comunicado emitido este viernes, en el que añade que “ha ordenado a Google que ponga fin a estas prácticas de auto-preferencia y que aplique medidas para poner fin a sus conflictos de intereses inherentes a lo largo de la cadena de suministro del sector.
“Actuamos para proteger a todos los ciudadanos europeos que utilizan Internet garantizando el buen funcionamiento del mercado de la publicidad digital”, ha afirmado la vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera, cuando se ha hecho pública la sanción impuesta. “Ahora es más importante que nunca aplicar nuestras leyes antimonopolio a todos los operadores económicos, incluidos los digitales, que representan una cuota muy relevante de los mercados actuales”, ha remachado la española.
Esta última frase es una referencia muy clara a las amenazas que ha lanzado Trump a la UE por sus regulaciones digitales. “Los impuestos digitales, la legislación sobre servicios digitales y las regulaciones sobre mercados digitales están diseñados para perjudicar o discriminar a la tecnología estadounidense”, declaró hace apenas unos días el inquilino de la Casa Blanca amenazando con imponer “aranceles adicionales sustanciales a las exportaciones”.
Google es la empresa más multada por la Comisión Europea en la historia reciente. Esta sanción de cerca de 3.000 millones es la segunda más alta impuesta hasta ahora. También la primera fue a la compañía del buscador en Internet: una sanción de 4.343 millones en 2018 por quebrar las normas del mercado con el sistema operativo Android para teléfonos móviles. Aunque esta sanción se rebajó a algo más de 4.100 millones por la justicia europea en primera instancia, falta aún la sentencia definitiva. Google también tiene el dudoso honor de haber recibido el tercer castigo más alto, 1.490 millones, aunque esta fue anulada provisionalmente por los tribunales.
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve]































