Los beneficios empresariales van viento en popa, pero la mejora no repercute de forma igualitaria en las plantillas. El sueldo más alto en las 40 mayores compañías españolas, un listado en el que figuran la mayoría de colosos que cotizan en el principal selectivo nacional, el Ibex 35, supera en 111 veces la nómina media de sus trabajadores, según un informe publicado este martes por Oxfam Intermón. Usando otras magnitudes, un empleado de la banda salarial intermedia necesitaría más de un siglo de trabajo para ganar lo mismo que percibe en un año el máximo ejecutivo de su empresa.

La ONG ha llegado a sus conclusiones, plasmadas en el informe Las brechas salariales de las grandes empresas, tras calcular la ratio entre la remuneración más alta en cada una de las 40 mayores empresas españolas por ingresos —generalmente, la del primer ejecutivo— y el sueldo medio de la plantilla en el año 2024. La cifra final es ligeramente más baja que el año pasado, cuando la distancia entre la retribución más alta y la nómina media de la plantilla fue de 118 veces, pero hay una elevada heterogeneidad en la muestra.

En un tercio de las compañías, la retribución máxima superó en 100 veces el salario promedio de la plantilla. En otras, la distancia rebasó las 300. Es el caso de la empresa de seguridad Prosegur, que presentó la brecha más amplia en 2024 (395), del gigante textil Inditex (364) y del proveedor de componentes de la industria automotriz CIE Automotive (319). El Banco Santander se sitúa a poca distancia (295). En el otro lado de la tabla están la compañía pública Aena (5 veces), DIA (12) y Redeia (13).

El informe proporciona otros datos llamativos para cuantificar la desigualdad existente. Los directivos mejor pagados de las 40 mayores compañías españolas ganaron en promedio 4,37 millones de euros en 2024, frente al sueldo medio de sus trabajadores de 47.106 euros —ya de por sí superior en un 63% a la media nacional—. En un 7,5% de ellas la retribución fue superior a los 10 millones y tres de cada diez se situó entre 5 y 10 millones.

Iberdrola pagó la retribución más alta, más de tres veces superior a la media: 14,2 millones para su máximo directivo, el presidente ejecutivo, Ignacio Sánchez Galán. También la mayor remuneración de Banco Santander (la presidenta, Ana Botín) e Inditex (el consejero delegado, Óscar García Maceiras) estuvieron muy por encima del promedio, con 13,8 y 11,2 millones de euros, respectivamente. En el otro extremo de la lista vuelven a aparecer Aena (212.000 euros) y DIA (272.000), seguidas por Unicaja (677.000). Solo en un 15% de las compañías el sueldo más elevado fue inferior al millón de euros.

Si la comparación se realiza entre el sueldo medio del personal y la remuneración de la cúpula directiva y los consejos de administración, la brecha es algo menos sangrante, pero igualmente abultada. Es de 18 veces en el caso de la alta dirección y de 15 veces para los consejos de administración.

Ante este escenario, Oxfam reclama medidas contundentes, exigiendo al Gobierno que establezca un tope máximo a los sueldos de los altos directivos para que puedan cobrar, como mucho, 20 veces más con respecto al sueldo mediano de la plantilla. También insta a mejorar la calidad de la información en las grandes compañías en indicadores claves como los sueldos —12 de las 40 firmas examinadas no han publicado el dato de la distancia entre el sueldo del primer ejecutivo y el salario mediano, pese a los requerimientos de la UE en materia de transparencia— y a adoptar acciones efectivas para cerrar la brecha salarial entre mujeres y hombres.

“Resulta imprescindible abordar públicamente a partir de qué límite las diferencias salariales no están justificadas y disparan la desigualdad económica”, afirma en una nota difundida por la ONG Miguel Alba, autor del informe y responsable de Sector Privado y Desigualdad de Oxfam Intermón.

Brecha de género

La publicación de Oxfam también pone el foco sobre otra brecha enquistada en la sociedad y el mercado laboral, la de género, una lacra de la cual la gran empresa tampoco se libra. Las mujeres ganaron en 2024 un 8,16% menos que los hombres por desempeñar el mismo trabajo. La buena noticia es que esta distancia se va estrechando, aunque a un ritmo lento, del 5% en el último ejercicio. “Aún harían falta al menos 20 años para que deje de existir y podamos hablar de paridad salarial en el conjunto de empresas analizadas”, destaca el documento.

En algunas compañías, sin embargo, la igualdad salarial ya se cumple. Ocurre en Iberdrola, Inditex y Meliá Hotels. En otras, la disparidad es abrumadora. En IAG la brecha es del 26,6%, del 26% en Banco Santander y del 23,9% en Técnicas Reunidas.

En términos de sueldo medio, la retribución de las mujeres fue un 18,2% inferior a la de los hombres, una consecuencia que se debe tanto a los sueldos más bajos que cobran por tareas equivalentes como a su menor presencia en puestos directivos. El escenario, una vez más, es muy dispar. Hay compañías donde las mujeres ganan más que los hombres en promedio, como Meliá Hotels y Acciona; en otras, como ACS, Banco Santander y Mapfre, perciben de media entre un 64% y un 42% menos.

“Resulta muy decepcionante ver que compañías que se consideran referentes empresariales aún arrastren una lacra como la discriminación salarial por género y no garanticen unas condiciones retributivas igualitarias”, concluye Alba.



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