
Bizum prepara un gran salto para el año próximo. La plataforma española de transferencias instantáneas a través de móviles, propiedad de los grandes bancos nacionales, prevé lanzar en 2026 un nuevo servicio que permitirá pagar directamente en comercios físicos, según indican fuentes del sector. La iniciativa se enmarca en la ofensiva de las entidades europeas por reducir la dependencia de Visa y Mastercard y permitirá a los clientes realizar pagos sin pasar por las plataformas de los dos gigantes estadounidenses.
Los planes de Bizum pasan por lanzar una nueva aplicación móvil, conocida como Bizum Pay. Será similar a las plataformas de pago con las que ya cuentan Apple o Android, pero en este caso estará directamente vinculada al Bizum del cliente (y este a su cuenta bancaria), sin necesidad de contar con una tarjeta como intermediaria. Con esta app, los clientes podrán pagar directamente en el TPV de los comercios. Como alternativa, también exploran integrar esta nueva funcionalidad en las app de los bancos, como ya ocurre con las transferencias instantáneas.
La idea de establecer soluciones de pago directo a través de Bizum rondaba el cerebro de los bancos desde hace años. De hecho, durante la pandemia, cuando el uso de esta aplicación se disparó, ya ensayaron soluciones con los comercios. Desde entonces han trabajado junto al Banco de España para dar lugar a una solución de un uso más sencillo, que verá la luz en los próximos meses. Actualmente, Bizum ya ofrece una pasarela de pago para el comercio electrónico y también para donaciones. Una portavoz de Bizum no ha respondido a las preguntas de este periódico.
Este salto supone un giro copernicano en el modelo de negocio de Bizum. La plataforma se plantea cobrar una comisión a los comercios, pero inferior a la de Visa y Mastercard, que en los últimos años han aprovechado su posición de dominio para elevar sus cánones. También ofrecerá menos intermediarios e intentarán utilizar esta estrategia para sumar comercios a Bizum e incrementar su masa crítica.
Los bancos se han quejado recurrentemente de los altos costes operativos que suponen gestionar más de tres millones de operaciones al día, que incluso les ha llevado a plantearse establecer ciertos límites o aplicar un coste. Introducir el cobro a comercios supone abrir una nueva vía de ingresos sin que suponga un coste a los consumidores, la clave de su éxito.
El movimiento de Bizum se produce en un momento de explosión en los sistemas de pagos en Europa. El Viejo Continente ha vuelto a poner en el foco la autonomía estratégica en aquellos sectores más dependientes de EE UU, como la defensa, pero también la gestión de los pagos en el ámbito bancario. Las entidades europeas, que dependen de la infraestructuras de gigantes estadounidenses como Visa y Mastercard, quienes han presionado con las comisiones al alza tanto a comercios como a bancos. Buscan ofrecer alternativas made in Europe que incrementen la competencia en el sector y no supongan una interrupción del servicio si los proveedores de tarjetas decidiesen cortar el servicio a Europa.
Paralelamente, además de explorar soluciones de pago físico, la banca también está negociando crear una gran plataforma de pagos paneuropea. Buscan crear un Bizum europeo que permita a un consumidor realizar una transferencia instantánea con el móvil de un país a otro. Tras un intento frustrado en 2020, actualmente negocian un acuerdo que permita interconectar las diferentes plataformas de cada país. En junio, acordaron trabajar en este sentido los dos grandes grupos de bancos, la iniciativa EuroPA (integrada por las iniciativas española, italiana, portuguesa y nórdica) y la Iniciativa de Pagos Europea, integrada fundamentalmente por entidades francesas y alemanas, que hace escasos meses lanzó su propia plataforma, Wero. En este sentido, los bancos españoles ya han supuesto una avanzadilla y permiten realizar Bizum a bancos en Italia o Portugal; y la idea es que la interconexión entre todos los sistemas nazca a lo largo de 2026. Las negociaciones actuales versan sobre las cuestiones técnicas de cómo conectar cada plataforma, así como la posibilidad de establecer un canon por su interconexión.
Las partes buscan, por tanto, contar con un sistema unificado de transferencias entre particulares, pero la vista está puesta en objetivos más ambiciosos. Precisamente en establecer sistemas de pagos paneuropeos en comercios y también entre empresas. Al alimón de la iniciativa de Bizum, también la plataforma francoalemana Wero trabaja para abrir sus servicios al comercio electrónico este año y también de cara al 2026 en establecimientos físicos.































