La IA está más presta a citar las webs que alojan no tanto textos bonitos y bien redactados como textos bien estructurados.
En la era de la IA lo que trae de cabeza a las marcas no es tanto que sus webs se abran paso en los primeros resultados de búsqueda de Google, sino que el contenido alojado en tales webs sea recomendado en último término por el «Modo IA» del famoso buscador. Pero, ¿cuál es la clave arrebatar la atención de la IA?
Un reciente informe global de Sistrix se ha tomado la molestia de responder a la que para muchas empresas es la pregunta del millón. El estudio pone nombres y apellidos a las 100 webs que Google cita más frecuentemente a escala global en su «Modo IA» y esa privilegiada lista se cuelan páginas web de una vasta miríada de empresas: desde Microsoft a Check24 pasando por Cleveland Clinic. Sin embargo, todas esas páginas web se rigen por una estructura similar y no son meros repositorios de textos (en su vertiente más clásica) sino más bien bases de datos de respuestas orientadas especialmente a la IA.
La arquitectura de las webs de las empresas más citadas por la IA
De acuerdo con la investigación emprendida por Sistrix, las webs de las que el «Modo IA» se nutre más habitualmente de información comportan principalmente tres rasgos:
- Respuestas en lugar de textos largos
La IA digiere mejor la información breve y estructurada en bloques y así es efectivamente la información alojada en las webs más citadas por el «Modo IA» de Google. En lugar de procurar cobijo a textos larguísimos, las webs más citadas por la IA tienen predilección por las listas, las instrucciones paso a paso y la compilación de datos en tablas. La clave está no en tanto en complacer a las personas de carne y hueso como as las máquinas (que son las que a la postre responden a las preguntas planteadas por las primeras).
- Autoridad de naturaleza verificable
La IA confía en aquellas webs que ponen a su disposición información cuya veracidad está respaldada por autores que resultan en todo momento visibles y que está además convenientemente actualizada (porque así lo ponen de relieve las fechas de publicación y actualización). El «Modo IA» de Google está más presto a recabar información de artículos que, aun habiendo sido publicados hace tiempo, han sido actualizados a posteriori que a avituallarse de datos de publicaciones más recientes pero huérfanas de actualizaciones. En términos generales aquellos posts que no han sido actualizados en los últimos dos años resultan virtualmente inútiles a ojos de la IA.
- Legibilidad enfocada a las máquinas
Las webs más citadas por el «Modo IA» de Google están estructuradas en muchos sentidos como si fueran un catálogo de productos y sus contenidos resultan legibles tanto para los humanos de carne y hueso como para las máquinas. Contribuyen, por ejemplo, a la legibilidad los índices de contenidos con links a las secciones más relevantes y también las tablas (en lenguaje HTML y huyendo en la medida de lo posible de las imágenes estáticas).
A la luz de los resultados del informe de Sistrix, parece, por lo tanto, que la visibilidad en la era de la IA no es una cuestión de suerte sino de arquitectura. Al fin y al cabo, la IA está más presta a citar no tanto los textos más bonitos y mejor redactados como los textos mejor estructurados, más confiables y más limpios en el plano técnico.
Para ganarse el favor de la IA, las webs de las marcas deben estructurar sus contenidos en módulos especialmente orientados a las respuestas, hacer visible la autoridad de tales contenidos, apostar por la legalidad enfocada a las máquinas y utilizar profusamente formatos como las listas, los índices de contenidos y las tablas. La optimización de las páginas web de acuerdo con estos criterios es absolutamente crucial no solo para abrirse paso en el «Modo IA» de Google, sino también para prepararse para la era del comercio agéntico que se avecina.































