Meta aspira a que la creación de anuncios esté 100% automatizada en sus dominios a finales de 2026. ¿Pierden las agencias su razón de ser por los planes de Meta?
Hubo un tiempo (tampoco demasiado distante) en que Meta fio su propio futuro al metaverso. Fue, de hecho, su apuesta por esta tecnología la que propició que la empresa liderada por Mark Zuckerberg (que por aquel entonces respondía aún a la denominación de Facebook) cambiase su nombre a Meta en octubre de 2021. Cuatro años después la euforia que el metaverso inspiraba por aquel entonces a la matriz de Facebook e Instagram se ha evaporado por completo. Actualmente la verdadera obsesión de Meta es la inteligencia artificial (IA), una tecnología en la que la multinacional estadounidense está invirtiendo, no en vano, a manos llenas.
Solo durante este año Meta efectuará un desembolso de entre 64.000 y 72.000 millones de dólares en la tecnología de moda (y la mayor parte de esta ingente cantidad de dinero será engullido por la construcción de nuevos centros de datos). Zuckerberg estaría ofreciendo además a ingenieros y expertos en IA salarios anuales de hasta nueve cifras con el último objetivo de reclutar el mejor talento para un ambicioso proyecto cuyo último objetivo es crear una «superinteligencia».
Apostando por la IA Meta aspira a que las plataformas que forman parte de su porfolio ganen en eficiencia y puedan eventualmente estar completamente automatizadas en el futuro, también a la hora de alumbrar campañas de publicidad.
La empresa capitaneada por Mark Zuckerberg aspira a que la creación de anuncios esté 100% automatizada en sus dominios a finales de 2026. El objetivo de Meta sería brindar a los anunciantes la posibilidad de crear y segmentar anuncios íntegramente con el soporte de la IA. Y los ambiciosos planes de la multinacional estadounidense, que en palabras del propio Zuckerberg ambicionan «redefinir por completo la publicidad», terminarían de cristalizar al parecer a finales del año que viene.
Meta planea que la creación de anuncios esté 100% automatizada a finales de 2026
El giro copernicano que Meta quiere propiciar en la industria publicitaria con la inestimable ayuda de la automatización ha soliviantado, como no podía ser de otra manera, a las agencias, que sienten que Zuckerberg les ha declarado de alguna manera la guerra y que se dispone, de hecho, a aniquilarlas por completo en el campo de batalla.
Ante las críticas que los planes de Meta para automatizar por completo la publicidad (y redefinirla así a la postre para siempre) han suscitado entre quienes se desenvuelven profesionalmente en las agencias Alex Schultz, CMO de la compañía, tuvo que salir a la palestra para tratar de calmar las aguas y asegurar que la matriz de Facebook e Instagram «cree en el futuro de las agencias». «El rol de la creatividad es hoy más importante que nunca», aseveró Schultz, al tiempo que ponía de relieve que de la automatización en la publicidad se beneficiarían sobre todo y ante todo las pequeñas empresas que, por la modestia de sus presupuestos publicitarios, no pueden permitirse el lujo de contratar los servicios de agencias de publicidad y agencias de medios.
En Cannes Lions Meta se esforzó asimismo para limar asperezas con la industria publicitaria con la presentación de nuevas herramientas que sobre el papel se perfilan como extraordinariamente útiles tanto para los anunciantes como para las agencias. En el futuro las marcas podrán, por ejemplo, integrar agentes de IA en sus anuncios para lograr la comunicación directa con el consumidor haciendo simplemente clic en un botón.
Con el soporte de la IA Meta desea además que los textos de los anuncios puedan ser personalizados en función de las características del «target» y ser traducidos asimismo a diez idiomas diferentes. Mediante su apuesta por la IA Meta espera incrementar en un 22% el retorno de la inversión en publicidad y lograr asimismo un aumento del 5% en los ratios de conversión.
Está claro que la automatización de la publicidad desempeña un rol importantísimo en los planes de futuro de Meta, ¿pero cómo contempla la industria publicitaria los avances de la compañía? Entre los anunciantes, muchos de los cuales llevan apostando desde hace años por la publicidad in-house, la apuesta de Meta por la automatización de la publicidad resulta inevitablemente interesante y no hace sino apuntalar una estrategia que se traducirá a la larga en un notable recorte de gastos (crucial en un momento como el actual en el que se ciñen negros nubarrones económicos en el horizonte).
Con bastante menos benevolencia contemplan los planes de Meta las agencias de medios, que critican la opacidad de sistemas automatizados como Advantage+ e insisten en poner el valor de un «expertise» verdaderamente independiente a la hora de acometer la compra y la planificación de medios. También bastante críticas se muestran las agencias creativas, que hacen hincapié en que la mejor publicidad (aquella capaz de emocionar al consumidor) seguirá en el futuro llevando la rúbrica de personas de carne y hueso.
Los planes de Meta alojan muchísimo potencial en sus entrañas, pero no bastarán probablemente para borrar totalmente del mapa a las agencias tradicionales
«La IA de Meta no creará, sino que se limitará más bien a replicar. Sintetizará en lugar de crear y no diseñará, sino que condensará miles de diseños diferentes. Así y todo, y pese a no creará de manera propiamente dicha, la IA de Meta estará en posición de alumbrar creatividades eficaces en cuestión de segundos y tales creatividades podrán escalarse asimismo con pasmosa celeridad», apunta, por ejemplo, Matthias Schrader, CEO de la agencia digital Oh-So Digital.
El 97% de la facturación global de Meta echa actualmente anclas en la publicidad y el hecho de integrar la IA para la creación de anuncios desde cero podría atraer potencialmente a más anunciantes, particularmente a aquellos que no se sienten demasiado cómodos con la creación de campañas (por no tener suficientes recursos). Y son este tipo de anunciantes los que a bote pronto tienen más papeletas de arrojarse en los brazos de la automatización elevada a la máxima potencia que Meta propone en su aproximación a la publicidad. Aquellas marcas que dispongan de presupuestos más holgados apostarán también por la automatización a la hora de hacer publicidad, pero no se lo jugarán previsiblemente todo a la carta de la IA. La creatividad, la principal materia prima de la que se nutre la publicidad, es, al fin y al cabo, profundamente humana y en su vertiente más excelsa resulta difícilmente reemplazable por la IA.
Además, y pese a que Meta logre automatizar efectivamente al 100% la publicidad que aterriza en sus plataformas, no parece que sus planes vayan a condenar a la irrelevancia a las agencias (al menos por ahora), ya que los anuncios moran en múltiples hábitats diferentes, muchos de los cuales son ajenos al ámbito de influencia de la empresa de Mark Zuckerberg.































