Las acciones de Alphabet, que entra al mercado de los semiconductores, han subido; mientras que las de Nvidia han caído significativamente.
Meta está negociando con Alphabet para cerrar una inversión millonaria que le permitiría abastecerse de procesadores de Google -que se utilizarían a partir de 2027- para sus nuevos centros de datos de inteligencia artificial.
El movimiento supone un giro estratégico relevante: hasta ahora, la compañía de Mark Zuckerberg -propietaria de Instagram, Facebook y WhatsApp- dependía fundamentalmente de los chips de Nvidia, pero todo apunta a que está lista para seguir un nuevo camino, según The Information.
Una reciente nota de prensa de Meta ha encendido las alertas al confirmar su intención de incorporar herramientas de Google para operar sus infraestructuras de IA con una inversión de hasta 1.000 millones de dólares. En concreto, sus Unidad de Procesamiento Tensorial (TPU), que son un tipo de circuito integrado desarrollado por Google para acelerar el aprendizaje autónomo de la inteligencia artificial. También estaría dentro de este supuesto acuerdo el alquiler de chips Google Cloud por parte de Meta en 2026.
Emerge un rival en el mercado de semiconductores
Con esta alianza, Google expandiría sus capacidades, ya que su tecnología se aplicaría no solo en sus propios centros de datos, sino también en los de otras compañías, como ahora pretende Meta, y que abre la puerta a futuros negocios con más empresas. Esta estrategia confronta directamente con Nvidia, quien hasta ahora era un actor potente en este mercado de semiconductores, y convierte a Google en un serio rival. Nvidia controlaba el 94% del mercado de las tarjetas gráficas en septiembre de 2025, según datos de La Vanguardia, pero estos recientes movimientos en el tablero podrían arrebatarle su trono.
¿Podrá Nvidia mantener su liderazgo?
Por el momento, Meta era uno de los principales clientes de Nvidia, por lo que la continuidad de su relación queda pendiendo de un hilo hasta que salgan a la luz nuevos detalles sobre el posible acuerdo con Google. Por el momento, Nvidia ha reaccionado de inmediato y la cuenta oficial de la compañía ha publicado en su perfil de X: «Estamos encantados con el éxito de Google: han logrado grandes avances en IA y seguimos siendo sus proveedores». Y se ha defendido: «NVIDIA está una generación por delante de la industria: es la única plataforma que ejecuta todos los modelos de IA y lo hace en todos los lugares donde se realizan operaciones informáticas. NVIDIA ofrece mayor rendimiento, versatilidad y fungibilidad que los ASIC, que están diseñados para funciones o marcos de IA específicos».
Tal como apuntan algunos ejecutivos de Google Cloud, si se fragua este acuerdo entre la filial de Alphabet y Meta, podrían arrebatarle a Nvidia hasta el 10% de sus ingresos anuales, lo que se traduce en unos 13.000 millones de dólares.
Esto se suma a que, a finales de octubre, Anthropic (empresa emergente estadounidense de investigación y desarrollo de inteligencia artificial) confirmó haber destinado 10.000 millones de dólares para adquirir chips de Google. A su vez, dos semanas más tarde, Nvidia y Microsoft comunicaron un plan de inversión conjunta de 15.000 millones de dólares (13.000 millones de euros) en Anthropic, como informa elEconomista.
Un pequeño seísmo en Bolsa
Tras el anuncio este lunes, las acciones de Alphabet subieron más de un 4% en las operaciones previas a la apertura de la Bolsa el martes. Si se mantiene esta tendencia, la matriz de Google alcanzaría un valor histórico de 4 billones de dólares. En cuanto a Broadcom, su partner para la fabricación de chips, creció un 2%. Por su parte, Meta tuvo ganancias del 3,8%.
En cambio, las acciones de Nvidia perdieron temporalmente más del 6% tras el inicio de la jornada y cerraron con una caída del 2,6%, como informa Spiegel. Al cierre de este martes martes, Nvidia había perdido un 3,2%. También AMD, otra fuerte compañía estadounidense de semiconductores, se contrajo casi un 4%.
Nota: este artículo se ha actualizado en varias ocasiones después de su publicación.































