
España gastará más el año que viene de lo que tiene pactado con Bruselas en su senda de ajuste fiscal. Todavía conserva margen, pero, hechos los cálculos, la Comisión Europea advierte de que “está en riesgo de incumplir el crecimiento máximo recomendado del gasto en 2026″. No puede decir mucho más el Ejecutivo europeo porque el Gobierno todavía no ha enviado su proyecto de presupuestos, que el Gobierno pretende presentar en febrero del año próximo, y, por tanto, no hay un análisis profundo sobre las cuentas como en años anteriores.
Junto a Bélgica, España es el único país que no ha enviado todavía sus planes para las cuentas públicas del año que viene. Por tanto, las conclusiones que saca la Comisión parten de cálculos en la evolución del gasto ejecutado y de las previsiones macroeconómicas presentadas hace una semana. Pero eso no es suficiente, por ejemplo, para saber si los técnicos de la UE piensan que la situación fiscal es contractiva o expansiva.
Por otro lado, la Comisión también ha concluido que España está en condiciones de salir del programa de vigilancia financiera bajo el que se encontraba desde pidió el rescate financiero en 2012. España ya ha pagado buena parte del préstamo que tomó hace 13 años para salvar a la banca, 41.300 millones de euros. Esto da pie a que el Ejecutivo de la UE considere que puede convertirse en el primer país de los rescatados en la crisis financiera que puede salir de este programa.































