S4 Capital se ha visto obligado a revisar a la baja sus previsiones iniciales de facturación tras constatar la cautela de sus clientes a la hora de invertir.
Cuando a principios de este mes S4 Capital presentaba los resultados correspondientes al tercer trimestre del año, su CEO Martin Sorrell se mostraba razonablemente optimista. Sin embargo, el porvenir del «holding» del que fuera consejero delegado de WPP durante más de tres décadas ha vuelto a teñirse de malos augurios.
S4 Capital se ha visto obligado a revisar a la baja sus previsiones iniciales de facturación argumentando que los ingresos emanados de los proyectos puntuales asumidos por la compañía serán más bajos de lo inicialmente esperado y que sus clientes de nueva hornada (y también quienes ya llevan bastante tiempo a su vera) se están mostrando más bien cautelosos a la hora de invertir. Y si a mediados de 2025 el «holding» de Martin Sorrell esperaba finiquitar el año con una caída en su facturación de un solo dígito (y cercana al 5%), ahora el declive aventurado por la compañía frisaría el 10%.
La matriz de la agencia Monks, ha corregido igualmente a la baja sus previsiones relativas a los beneficios. Y así antes esperaba cerrar 2025 con un EBITDA de aproximadamente 81 millones de libras, ahora esa cifra se ha derrumbado hasta los 75 millones de libras.
Martin Sorrell ha recortado a la baja sus previsiones de facturación y beneficios
El hecho de que S4 Capital haya revisado a la baja sus cifras de cara a lo que resta de año ha terminado afectando en último término al desempeño de la compañía en los parqués bursátiles, donde sus títulos han sufrido una merma de casi el 10% durante la jornada de hoy (que más tarde se ha moderado, no obstante, para quedarse en alrededor del 7%).
La capitalización bursátil de S4 Capital está actualmente por debajo de los 120 millones de libras. Se trata de una cifra extraordinariamente magra que contrasta con el valor de 4.500 millones de libras que llegó a alcanzar en su día la compañía en la bolsa.
El marketing digital es la especialidad de S4 Capital y de su subsidiaria Monks, que se precian de agasajar a los anunciantes con soluciones mejores, más rápidas y más económicas que otros «holdings». El otro gran puente fuerte de S4 Capital es la IA, una tecnología que se ufana de tener cada vez más protagonismo en la industria publicitaria.































