Lecciones de fotoperiodismo en #ElOjo2025 con Héctor Vivas, Staff Photographer de Getty Images México.

En El Ojo de Iberoamérica 2025, el fotógrafo de Getty Images Héctor Vivas sostuvo que la publicidad más poderosa nace donde sucede la cultura: en la calle, los estadios, las redes y los momentos que despiertan emociones colectivas. Moderado por Claudio Destéfano, la charla «Compitiendo por la relevancia cultural» fijó una idea central: antes que producir piezas, hay que contar historias.

Destéfano abrió con una anécdota: «Colecciona momentos, no cosas», la frase de su amigo Daniel Devesian; y con una imagen total: «El Abrazo del Alma», de Ricardo Alfieri, tomada en el Mundial del 78. Un hincha sin brazos intenta abrazar a Fillol y Tarantini. «Esa foto lo explica todo sin palabras», apuntó, como ejemplo de relato condensado en un solo gesto.

Desde ahí, compartió el caso que considera «la mejor campaña de marketing»: el Maratón de Nueva York y su «instructivo para la foto». Globos azules recordaban al corredor levantar los brazos y sonreír en puntos clave del circuito. Resultado: fotos deseadas y compradas. La emoción convertida en negocio, a escala.

Héctor Vivas hiló esto con su tesis: «Deporte, política, movimientos sociales… todo es contar historias». Aunque el 80% de su trabajo es deportivo, también cubre noticias y protestas con el mismo criterio: buscar la esencia por encima del artificio. La viralidad ayuda, pero la meta es la perdurabilidad: imágenes que se vuelven iconos y transmiten una idea que va más allá del instante.

Técnica, imprevisibilidad y edición: aplicable al marketing

Sobre el «ojo» (nunca mejor dicho) en la Fórmula 1 fue directo: «estética sí, pero sin perder el hilo de la carrera y la temporada (del que gana al que pierde, de la tensión a la alegría)». La «magia del clic» nace de la inexactitud del fotoperiodismo: no se controla todo. Recordó una sesión oficial con Messi en Qatar en la que falló una luz; el imprevisto lo obligó a ajustar en segundos… y consiguió el efecto que había imaginado la noche anterior.

La técnica también pesa. Para fotografías en automovilismo, Vivas entrena la respiración y la detiene al disparar para acompasar el movimiento del coche: sujeto nítido, entorno fluido. Ese control sensorial convive con lo imprevisible. Como en la célebre imagen de Usain Bolt sonriendo en plena carrera (de Cameron Spencer): el fotógrafo estaba listo, pero nadie puede planear una sonrisa así; cuando aparece, hay que estar preparado.

Entre camisetas que cuentan, como la del Vasco da Gama que homenajea la carta que impulsó la inclusión de jugadores negros, y el rol del editor, Vivas insistió en que es la gente quien decide qué se vuelve cultura. Las marcas pueden apropiarse de esa espontaneidad: ofrecer miradas originales, leer señales sociales y aceptar que no todo se controla en un set.

El cierre dejó un método aplicable al marketing: preconcepto + adaptación. Pensar la foto (la campaña) antes, asumir que la realidad cambiará el plan, entrenar la técnica para responder en segundos, disparar mucho (porque hoy es digital) y, cuando haga falta, confiar en una edición que vea la película completa. Contar historias, no solo hacer piezas. Ahí es donde se compite de verdad por la relevancia cultural.



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