La alianza entre Netflix y AB InBev demuestra cómo las marcas pueden formar parte de la narrativa cultural, creando contenidos que aporten valor tanto al espectador como a la marca.
Netflix y AB InBev, el gigante cervecero propietario de marcas como Budweiser, Corona, Stella Artois y Michelob Ultra, firmaron en septiembre de este año un acuerdo global sin precedentes que une al mayor anunciante del mundo con la plataforma de streaming más influyente del planeta. La alianza marca un nuevo capítulo en la integración entre entretenimiento y marca, ampliando el concepto de «branded entertainment» más allá de la publicidad tradicional.
El acuerdo, que se extenderá durante varios años, incluye campañas de co-marketing, promociones en vivo y colocación de marca dentro de producciones originales de Netflix. Entre las primeras series y programas seleccionados figuran The Gentlemen (Reino Unido), Culinary Class Wars (Corea del Sur) y Brasil 70 – A Saga do Tri (Brasil).
AB InBev también participará en eventos en directo retransmitidos por la plataforma, como el NFL Christmas Game Day 2025 o el Mundial de fútbol femenino 2027, reforzando su papel como socio estratégico en la nueva etapa de Netflix centrada en el contenido deportivo en vivo.
«El streaming es una experiencia social y compartida en la vida de las personas, un momento en el que la cerveza y el entretenimiento se encuentran», explicó Marcel Marcondes, Global Chief Marketing Officer de AB InBev sobre esta alianza.
Más allá del patrocinio: marcas dentro de la narrativa
Pero este acuerdo va mucho más allá de simples patrocinios o product placement. Según Jae Goodman, CEO de Superconnector Studios, firma que ayudó a negociar la alianza, lo innovador es que Netflix y AB InBev han alineado sus filosofías creativas, permitiendo que las marcas se integren orgánicamente en las historias.
«Netflix es excelente al compartir sus proyectos prioritarios con AB InBev, y la cervecera ha sido clara con su filosofía de marca», explica Goodman. «Cuando Netflix revisa un nuevo guion, ya sabe qué serie encaja con Corona, Stella o Budweiser. Se trata de coherencia narrativa, no de interrupción comercial».
Este modelo busca consolidar un nuevo tipo de relación entre Hollywood y las marcas, donde la integración responde al tono, la estética y los valores de cada historia, en lugar de basarse en acuerdos puramente financieros o de visibilidad. Goodman advierte, sin embargo, del riesgo de que algunas marcas intentan sustituir la financiación tradicional por modelos puramente comerciales:
«Es malo para ambas industrias que las marcas financien por completo el entretenimiento como modelo de negocio. Netflix invierte 19.000 millones de dólares al año en contenidos. Las marcas deben colaborar, no sustituir ese modelo».
Netflix refuerza su estrategia publicitaria
Para Netflix, la alianza llega en un momento clave en el que su modelo con anuncios ya supera los 94 millones de usuarios a nivel global. La incorporación de socios estratégicos como AB InBev refuerza su apuesta por contenidos en directo, experiencias interactivas y nuevas formas de monetización.
Mientras tanto, AB InBev continúa su transformación de fabricante de cerveza a creador de experiencias, ampliando los espacios de consumo más allá del bar o el estadio, hacia el sofá del espectador que comparte una serie, una final o una comedia acompañada de su cerveza favorita.
Con este acuerdo, Netflix y AB InBev no solo suman fuerzas comerciales sino que también pueden redefinir la relación entre el marketing y la cultura del entretenimiento. Lo que antes se llamaba product placement ahora se convierte en «story placement»: integración natural, coherente y culturalmente relevante.































