Ante el auge de la IA, Spotify refuerza sus normas para garantizar un ecosistema musical justo y se conozca qué tipo de música se circula en la plataforma.
Con el paso de los años, la tecnología ha evolucionado y el sector musical lo ha notado. Siempre ha ayudado a optimizar el trabajo creativo, desde los sintetizadores y el Auto-Tune hasta las estaciones de trabajo de audio digital. Cada innovación ha servido de apoyo a los artistas emergentes, que pueden utilizar nuevas herramientas para expresarse y conectar con su público.
Con la irrupción de la inteligencia artificial en todos los ámbitos, se abren grandes oportunidades creativas, pero también surgen desafíos. Cuando se utiliza de forma indebida, la IA puede generar imitaciones no autorizadas de voces, inundar las plataformas con pistas de baja calidad y desviar royalties hacia actores malintencionados. Por ello, Spotify ha decidido actuar e implementar soluciones que protejan a los artistas y fomenten un uso ético y transparente de la IA.
Nueva política contra la suplantación de artistas
Las nuevas tecnologías permiten clonar voces, recreando la voz de cualquier artista, lo que supone un riesgo para su identidad y su obra. Por eso, Spotify ha lanzado una política más clara para combatir la suplantación mediante IA: ahora, la imitación vocal solo estará permitida si el artista lo autoriza expresamente.
Además, la compañía colabora con distribuidores para frenar la subida de contenido engañoso desde perfiles ajenos y ha reforzado su proceso de revisión para detectar irregularidades antes del lanzamiento oficial. Proteger la voz de los artistas asegura que mantengan el control sobre cómo se utiliza la IA en su música y evita la explotación de su identidad.
Una filtración inteligente para combatir el spam musical
En la última década, los pagos a artistas en Spotify han crecido de forma exponencial, pasando de 1.000 millones de dólares en 2014 a 10.000 millones en 2024. Este aumento refleja el éxito de la plataforma, pero también incentiva la creación masiva de música de baja calidad.
La IA facilita la producción rápida de pistas duplicadas o excesivamente cortas, lo que inunda el catálogo de la plataforma y dificulta a los oyentes distinguir entre contenido auténtico y material comercial de baja calidad. Para combatir esto, Spotify implementará este otoño un nuevo filtro de spam musical que identificará contenidos sospechosos y reducirá su visibilidad. El despliegue será gradual para no afectar a artistas legítimos y se ajustará conforme surjan nuevas tácticas fraudulentas.
Spotify para combatir con este problema, implementará este otoño un nuevo filtro de spam musical. Este sistema identificará contenidos sospechosos y reducirá su visibilidad en la plataforma. El despliegue será gradual para evitar afectar a artistas legítimos, y se ajustará a medida que surjan nuevas tácticas fraudulentas.
El objetivo es doble: proteger a los creadores que cumplen las normas y garantizar que los ingresos por streaming se distribuyan de manera justa.
Transparencia sobre el uso de IA en la música
Cada vez más oyentes quieren saber qué hay detrás de las canciones que escuchan, incluido el papel que juega la IA en su creación. Hasta ahora, los artistas que usan estas herramientas de forma responsable no tenían forma de informar sobre ello, y el uso de la IA no siempre es absoluto: a veces se aplica solo en ciertas partes de la canción. Por eso se necesitaba un enfoque más flexible y transparente.
Spotify apoya un nuevo estándar de la industria para que los créditos musicales indiquen claramente dónde y cómo se ha utilizado la IA, ya sea en voces, instrumentos o en la producción final. Esta información, que llegará a través de sellos, distribuidores y socios musicales, permitirá que los oyentes conozcan mejor el proceso creativo, sin penalizar a quienes usan la IA de forma ética.
El objetivo es fortalecer la confianza en el ecosistema musical. Así, los oyentes podrán entender qué hay detrás de la música que disfrutan y los artistas mantendrán el control sobre cómo se presenta su trabajo.
Con la influencia creciente de la IA, la clave está en adaptarse y mantener normas claras. Spotify mantiene sus prioridades: proteger a los artistas, ofrecer transparencia a los oyentes y combatir el uso indebido de la tecnología. La plataforma seguirá introduciendo mejoras a medida que avance la tecnología, para que creadores y oyentes siempre sepan qué están escuchando.































