Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping se reunirán este viernes para tratar de rubricar un acuerdo definitivo sobre la venta de TikTok.
El Gobierno de Estados Unidos anunció a bombo y platillo el pasado lunes que había llegado a un acuerdo preliminar con China para facilitar el cambio de manos de TikTok en suelo estadounidense. Sin embargo, y en tanto en cuanto a ese acuerdo le faltan aún algunos flecos, el presidente Donald Trump se ha visto obligado a conceder a la red social oriunda de China una cuarta moratoria para poder seguir operando con normalidad allende los martes.
En virtud de la ley aprobada en abril del año pasado por el Congreso de Estados Unidos, TikTok debería haber encontrado un nuevo propietario estadounidense antes del 19 de enero para no fundirse a negro en el país norteamericano. Trump otorgó, no obstante, a la filial de ByteDance una moratoria para aplazar la entrada en vigor de esa norma. Y ese aplazamiento, al que se dio luz verde originalmente el pasado 20 de enero, se prorrogó después en abril, posteriormente en julio y ahora se extiende una vez más hasta el próximo 16 de diciembre.
Si Estados Unidos y China cierran finalmente un acuerdo definitivo para la venta de TikTok, podríamos estar ante el último periodo de gracia que Trump concede a la red social. Trump y su homólogo chino Xi Jinping se reunirán este viernes para tratar de rubricar un acuerdo definitivo, tal y como anunció el pasado lunes el secretario del Tesoro Scott Bessent.
El cuarto periodo de gracia que Trump concede a TikTok en Estados Unidos
La CNBC advirtió, no obstante, este martes que el acuerdo definitivo entre Estados Unidos y China a cuenta de la venta de TikTok podría demorarse entre 30 y 45 días para negociar el último detalle, pues hay, al fin y al cabo, mucho en juego.
Todo apunta a que la multinacional estadounidense de software Oracle, cuyo propietario Larry Ellison es amigo personal de Trump, seguirá siendo partner tecnológico de TikTok en Estados Unidos y jugaría además un rol relevante en la propiedad de la subsidiaria estadounidense de la red social.
De acuerdo con The Wall Street Journal, diferentes empresas radicadas en Estados Unidos como Oracle y las firmas de inversión Silver Lake y Andreessen Horowitz controlarían el 80% de las participaciones en la nueva filial estadounidense de TikTok emanada del acuerdo en Washington y Pekín. Y el 20% restante continuaría en manos de inversores chinos.
Parece, por otra parte, parece que, pese al cambio de propietario, TikTok continuaría utilizando en Estados Unidos el algoritmo desarrollado en China que determina el contenido que llega a ojos del usuario en esta red social (y que propició en último término la ley para forzar el cambio de manos de la plataforma y evitar así una eventual influencia de Pekín en la opinión pública estadounidense).
En Estados Unidos ByteDance, la matriz de TikTok, es contemplada como una empresa de origen chino, una circunstancia que hace sospechar a las autoridades estadounidenses que existiría una relación muy estrecha entre la red social y el Ejecutivo de Pekín.
ByteDance desmiente, no obstante, de manera tajante las acusaciones y argumenta que el 60% de sus participaciones están en manos de inversores internacionales. Además, su domicilio social está en las Islas Caimán. La sede central de la compañía está, en todo caso, sita en Pekín, por lo que ByteDance debe necesariamente atenerse a la legislación vigente en China. Además, y aun cuando Zhang Yiming, fundador de ByteDance, y otros inversores chinos son dueños de solo el 20% de las participaciones de la compañía, controlan a la postre la empresa por disponer de más derechos de voto que el resto de accionistas.
La venta de la filial estadounidense de TikTok debe obtener el visto bueno del Ejecutivo de Pekín
El plazo legal originalmente previsto por la norma aprobada en abril de 2024 para prohibir TikTok en Estados Unidos (si la red social no se avenía a cambiar de propietario) venció el pasado 19 de enero. Ese plazo ha sido prorrogado desde entonces cuatro veces por Donald Trump. Las sucesivas moratorias aprobadas por el presidente no se ajustarían, no obstante, a los preceptos recogidos por la ley, que preveía una única moratoria de 90 días (y solo si había negociaciones en curso encaminadas a la venta de TikTok).
Aunque Trump se ha erigido en los últimos meses en el salvador de TikTok en Estados Unidos, lo cierto es que durante su primer mandato al frente de la Casa Blanca quiso prohibir esta red social en Estados Unidos, pero los tribunales desbarataron finalmente sus planes.
En los últimos cinco años Trump ha cambiado radicalmente su parecer sobre TikTok, pues considera que la red social le ayudó a ganar las elecciones en noviembre del año pasado y a movilizar a los votantes más jóvenes.
La venta de la filial estadounidense de TikTok a un nuevo propietario domiciliado en Estados Unidos se ha visto entorpecida reiteradamente en el transcurso de los últimos meses por una ley aprobada hace unos años por China que establece que la venta de algoritmos chinos a empresas extranjeras debe obtener necesariamente el plácet del Gobierno de Pekín.































